No me considero un fanático exacerbado del cine de terror. Me puedo jactar de apenas haber visto unas cuantas películas del género, pues son difíciles para mí, ya sea por su constante subir o bajar en la mezcla de audio para conseguir los tan esperados jumpscares o por lo inverosímil de sus tramas, digo, si escuchas un ruido en la cocina durante la noche es estúpido preguntar “¿Quién anda ahí?”, como si el asesino fuera a contestarte “Buenas noches, soy Jason, vengo del campamento Crystal Lake a matar gente, con su permiso” antes de clavarte el machete en la cabeza o algo por el estilo. Como menciono, he visto algunas de las más famosas porque en ocasiones son cintas obligadas de ver, ya sea en una temporada de noche de brujas/día de muertos (la llamada spooky season) o simplemente cuando necesitamos un buen susto.

“Halloween” de John Carpenter me parece extraordinaria. Con muy pocos elementos logra construir una trama interesante e introdujo a la cultura popular a uno de los asesinos enmascarados más famosos de la historia del celuloide: Michael Myers. Asimismo, dio el banderazo de salida para todos los slashers ochenteros y noventeros. La película original es sencilla pero efectiva, va a lo que va y no le da muchas vueltas al asunto: Michael está loco, mató a su hermana, veinte años después se escapa del psiquiátrico y se encuentra a una chica parecida a su hermana (interpretada por Jaime Lee Curtis) lo cual detona en su interior las ganas de matar de nuevo. Los asesinatos de adolescentes no se hacen esperar, hay un par de referencias a “The Thing from Another World” (de la cual Carpenter haría un extraordinario remake años después), corren por aquí, corren por allá y al final el doctor Loomis le dispara a Michael. No hay nada más, está ancladísima en la realidad y eso le beneficia bastante: lo que le pasa a Laurie en la película podía pasarme a mí o a ti en un sábado por la noche. Fue un éxito inmediato, catapultó la carrera de su director a las nubes (además Carpenter es bastante competente dirigiendo) y también la de su actriz principal,  hija de Janeth Leight, protagonista de “Psycho” de Hitchcock.

Han de saber que no vi las cientos de películas de “Halloween” existentes. En total he visto cuatro: la original del 78, su secuela del 81, la secuela del 2018 y “Halloween Kills” de 2021 (también secuela); la verdad consideré innecesario ver el resto de las cintas porque son bastante repetitivas y además llegando a cierta película deciden reiniciar o desmentir las anteriores, matan a Michael decenas de veces, y cada vez hay excusas más tontas para traerlo de regreso. Carpenter se alejó de la franquicia después de la tercera película, según entiendo esa no tiene relación con las anteriores dos, hasta que llegó el estudio Blumhouse con el director David Gordon Green para convencerlo de ser el consultor en este reinicio de la saga, prometiendo darle un final definitivo (algo ya mencionado en otras ocasiones).

Así se estrenó en 2018 “Halloween”, película que negaba todas las demás exceptuando  la primera, avanzando la historia hasta la actualidad donde el personaje de Jaime Lee Curtis vive atormentada por el recuerdo de su experiencia con Michael, lo cual la lleva a prepararse para un futuro encuentro con el asesino y a alejarse de su hija y su nieta. La película, en mi opinión, funciona a medias: es interesante ver evolucionar al personaje de Laurie Strode y cómo su encuentro con Myers fracturó su relación familiar pero al mismo tiempo, Gordon Green quiso dotar de profundidad argumental la cinta y además llenó de vida al pueblo donde sucede la acción; esto vuelve a la cinta lenta, deteniéndola para introducir nuevos personajes y subtramas poco importantes para el desarrollo de los personajes principales; todo mejora cuando Michael escapa y empieza a matar gente a diestra y siniestra porque la mayoría de nosotros venimos a ver estas películas por la creatividad puesta en los asesinatos, nada más. Al final Laurie, su hija y su nieta encierran al asesino de la máscara blanca en el sótano y queman la casa con él dentro. Un final bastante satisfactorio si no hubiera sido por la exorbitante taquilla recaudada, lo cual llevó al director y a los productores a desarrollar dos secuelas más, completando así una trilogía final: “Halloween Kills” y “Halloween Ends”.

Halloween Kills, literalmente

El fin de semana pasado se estrenó el esperado capítulo intermedio de esta nueva trilogía y, antes de descuartizar a “Halloween Kills: La Noche Aún No Termina” como si fuese víctima de Michael Myers le pregunto: ¿Qué podemos esperar de la película número trece de la saga? ¿A dónde nos puede llevar este nuevo capítulo? ¿Hay algo distinto? Las respuestas podrían no sorprenderle, si es que mi tono irónico no le ha dado ya la respuesta: nada, no ofrece nada novedoso; el slasher es un subgénero del terror en donde hemos visto decenas de asesinos enmascarados destripar, masacrar y desmembrar gente durante casi cincuenta años, eso sin contar el giallo italiano, hemos visto muertes de todo tipo, en innumerables formas y ya es difícil sorprender a los espectadores. La entrega anterior sorprendía no por innovar en el género sino por su genial subversión de la víctima del asesino, esa reina de los gritos (la original) era ahora una cazadora implacable que ya no está dispuesta a sucumbir al terror; por otro lado las escenas de asesinato por parte de Michael estaban filmadas de una manera nunca antes vista en la saga: en un ingenioso plano secuencia recorriendo el vecindario, entrábamos y salíamos por puertas, ventanas, cocinas y jardines viendo crecer el reinado de horror de Myers conforme la noche de Halloween avanzaba. Aquí la propuesta del director es diferente pero termina por aburrir al espectador.

Gordon Green introduce aún más personajes de los que ya tenía en la entrega anterior, les da vínculos forzados con la película original y termina matándolos en esta misma cinta. Ninguno de los personajes aquí presentados sobrevive, ni uno solo e inclusive se da el lujo de terminar de matar a los de la película pasada. Además, le quita el foco de atención a Jaime Lee Curtis, quien era el principal atractivo de la cinta, manteniéndola fuera de la acción y el peligro en todo momento. Sí, hay muertes, muchísimas (podría ser la película más sangrienta de todas) pero se vuelve cansado para el espectador ver tanto derrame de sangre sin sentido en la pantalla, sobre todo sangre de personajes poco interesantes y desconocidos hasta el momento.

Sí, Halloween mata, pero a sus personajes y de paso al espectador con una entrega que se aleja de las demás dándole una mayor presencia y peso a los habitantes del pueblo pero dejando de lado a sus verdaderas heroínas: las mujeres Strode. Ya veremos si de verdad la noche de Halloween termina en la ya confirmada tercera entrega.