James Cameron, nacido en Kapuskasing, Ontario, conquistó al mundo no una ni dos sino tres veces a través de su gran habilidad para contar historias con la cámara de cine, valiéndose de lo último en tecnología a su alcance para lograr sus ambiciosos objetivos. Primero demostró ser un hábil narrador de aventuras de ciencia ficción, después rompió la taquilla mundial y finalmente le dio el banderazo de salida a los Blockbusters modernos cargados de VFX generados por computadora.
Este año, tras más de una década desde su última película, regresa a los cines con “Avatar: El Camino del Agua”, por lo que es un buen momento de revisar la filmografía del director, ver algunos de los mejores trabajos de acción y/o ciencia ficción de las últimas décadas, descubrir joyas escondidas en el fondo del mar o indagar en los inicios del llamado “Rey del Mundo”, con una pequeña aclaración: para este ranking solamente fueron contempladas las películas de ficción dirigidas por Cameron, por lo cual no tomaremos en cuenta sus documentales sobre los océanos y hundimientos de navíos famosos.
8.- “Piranha II: The Spawning” (1982)
¿Alguna vez se han preguntado cuál es la criatura más mortífera de los mares? La respuesta obvia podría ser el tiburón (gracias a la ayuda de Steven Spielberg) pero en esta película James Cameron nos demuestra que en realidad el depredador letal por excelencia son las pirañas con alas modificadas genéticamente, así es, leyeron bien, pirañas con alas.
En esta película, muy al estilo de la serie B de los cincuenta, seguimos la historia de una instructora de buceo (Tricia O’Neil), su hijo, su novio (Steve Marachuk) y su exmarido policía (Lance Henriksen) quienes son atacados en un complejo hotelero del Caribe por pirañas con alas modificadas genéticamente. Suena a la cosa más absurda del mundo y en varios niveles lo es, pero es divertido ver cómo todos se toman en serio una premisa tan ridícula.
Un dato interesante: James Cameron fue despedido de la dirección a las pocas semanas de empezar el rodaje, sin embargo conservaron su nombre en el corte final, y pese a esto aún es posible vislumbrar ciertos detalles en los temas de la película que se repetirán en la filmografía posterior del cineasta.
7.- “True Lies” (1994)
“True Lies” es la respuesta de James Cameron a las películas de James Bond, las cuales odia y aborrece. Aquí nos presenta la historia del espía norteamericano Harry Rehnquist (Arnold Schwarzenegger) quien debe balancear sus explosivas y seductoras misiones con su aburrida vida de casado al lado de su esposa Helen (Jaime Lee Curtis). Las cosas se complican para los dos cuando son secuestrados por terroristas tras intentar revivir la pasión en su fracturado matrimonio.
Aquí Cameron adapta la película francesa “La Totale!” para explorar más ese lado cómico y romántico de su cine, conjugándolo con la acción desproporcionada que lo ha caracterizado desde sus primeras películas. Los personajes son bastante agradables y divertidos, tanto Arnold cómo Jaime Lee dan actuaciones en dónde se ven forzados a salir de su zona de confort, sin embargo el tono es bastante inconstante: la mezcla entre comedia y acción no está del todo bien balanceada y hay bastantes momentos en donde la tensión podría cortarse con un cuchillo y son interrumpidos por bromas bastante tontas. De la misma manera, durante todo el segundo acto, perdemos de vista la misión de Harry para concentrarnos en el drama de su matrimonio y eso vuelve confuso el tercer acto cuando la cinta recuerda la amenaza planteada al principio.
6.- “Avatar” (2009)
En el pasado no he podido ocultar mi amor por esta película pero aún así no podemos evitar ver la realidad: “Avatar” no es la mejor película ni del mundo ni de su año ni de James Cameron. Sí uno le quita los efectos especiales y el inmenso trabajo de creación de mundos nos quedamos con “Pocahontas en el espacio pero con monos azules”. La historia sigue al Marine Jake Sully (interpretado por Sam Worthington) mientras intenta ganarse la confianza de los Na´vi, una raza de humanoides azules que habitan la luna Pandora, para poder explotar los recursos naturales de su ecosistema. ¿El problema? Jake termina enamorado de la cultura y su gente al punto de decidir ayudarlos a pelear contra los malévolos humanos colonizadores.
La trama de la película es bastante simple y ha sido explorada de muchas formas en una innumerable cantidad de filmes (“Pocahontas” de Disney, “Danza con Lobos” de Kevin Costner o “El Último Samurai” con Tom Cruise, por mencionar algunas), además glorifica el tropo del salvador blanco de sobremanera y su mensaje ecologista es superficial. Sí, representó un gran avance técnico al presentarnos una cinta casi hiperrealista con personajes y escenarios completamentes construidos en CGI, se convirtió en la película más taquillera de todos los tiempos, recibió (y ganó) cientos de premios de entidades bastante reconocidas y encumbró a su director a un olimpo en donde se encuentran muy pocos creadores, pero sus defectos pesan mucho.
5.- “The Abyss” (1989)
“The Abyss” es una increíble curiosidad dentro de la filmografía de James Cameron, que si bien no descubre ningún hilo negro, se siente bastante fresca. La película nos cuenta los intentos de la tripulación de una plataforma petrolera sumergible por rescatar un submarino nuclear hundido, perteneciente al gobierno de los Estados Unidos; la misión, sin embargo, se verá comprometida debido a la presencia de un grupo de inestables marines. Aquí comenzamos a ver ya ciertas marcas personales del director: tenemos una pareja con problemas maritales (interpretados por Ed Harris y Mary Elizabeth Mastrantonio), un grupo de exploradores en un submarino, criaturas alienígenas, la amenaza de los marines (Cameron parece no tener en muy buena estima al ejército), una compañía privada incompetente (si lo pensamos esto también se ve en Titanic), un hundimiento y el uso de avanzados efectos especiales (cinco de las 8 películas del director han ganado el Oscar a Mejores Efectos Visuales).
“The Abyss” destaca por sobre otras cintas de Cameron por la pasión que desborda. Se nota en el cuidado de los decorados, en el ritmo bien manejado (hablamos de una película de casi 3 horas de duración) y lo singular de su trama. Si bien se siente bastante inspirada en los relatos de H.G. Wells y Jules Verne uno puede imaginar al joven cineasta planificando cada pequeño detalle de esta entretenida cinta.
4.- “Titanic” (1997)
Llegamos a la película que convirtió a Cameron en el “Rey del Mundo” (en alusión a la frase dicha por Jack en la cinta), y es bastante más parecida a “Avatar” de lo que podríamos pensar: tenemos una historia bastante reciclada (sacada de Romeo y Julieta, y muchas otras inspiraciones anteriores) con una innovación técnica nunca antes vista. “Titanic” nos cuenta el trágico romance entre Jack (Leonardo Dicaprio) y Rose (Kate Winslet), dos amantes de distintas clases sociales quienes se conocen y enamoran a bordo del RMS Titanic, crucero inglés que habría de hundirse tras chocar con un iceberg en el atlántico norte una madrugada de abril de 1912.
Cameron originalmente quería explorar el lugar del hundimiento real del barco, hacer un documental al respecto y probar nuevas técnicas de filmación submarina, sin embargo los elevados costos de este ambicioso proyecto lo llevaron a replantearse la idea y proponer en su lugar filmar una cinta contando la historia del suceso. El plan original no fue olvidado pues encontró la manera de integrarlo a la trama de su ficción.
Al final, el resultado fue apabullante: la cinta fue aclamada por la crítica y la audiencia, se convirtió en la película más taquillera de todos los tiempos (sería desbancada 14 años después por “Avatar”), ganó 11 premios Oscar, catapultó la carrera de sus dos protagonistas y se convirtió en un ícono de la cultura popular. “Titanic” fue un fenómeno de proporciones épicas, un logro técnico en todos sentidos y junto con “Parque Jurásico” y “Matrix” llevó al cine al mundo digital.
3.- “The Terminator” (1984)
Salida de un delirio en medio de una fiebre intensa “Terminator” nos cuenta la historia de Sarah Connor (Linda Hamilton), una mujer común y corriente que un día cruza caminos con Kyle Reese (Michael Biehn), un viajero del tiempo quien le revela su papel como madre del futuro líder y héroe de la humanidad en una cruda y violenta guerra contra las máquinas. Kyle no está en los 80 por accidente: ha sido enviado por John Connor, hijo de Sarah, para protegerla pues las máquinas mandaron un Terminator (robot con forma humana interpretado por Arnold Schwarzenegger) al pasado para evitar su nacimiento.
¿Suena bastante enredado? Pues lo es (y después de la segunda película se pone más y más confuso) pero de alguna manera James Cameron logró hacer funcionar esta enredada historia sobre paradojas temporales y asesinos robots del futuro, todo gracias a su increíble elenco: Linda Hamilton logra transmitir toda la fragilidad y valentía de Sarah Connor, Michael Biehn interpreta a un excéntrico Kyle fuera de su tiempo y Arnold saltó a la fama con su increíble actuación como el Terminator T-800, una máquina inexpresiva, aterradora, mortal e imparable cuyo único propósito es cumplir su misión de asesinar a Sarah. Terminator demostró el potencial de Cameron para contar historias arriesgadas, llenas de acción y efectos especiales, habilidades necesarias para sus siguientes y más grandes proyectos.
2.- “Aliens” (1986)
¿Cómo hacer una secuela de una película perfecta? La respuesta de James Cameron fue llenarla de testosterona, armas, explosiones y más xenomorfos. “Aliens” nos revela lo sucedido con la teniente Ellen Ripley (Sigourney Weaver) tras su brutal encuentro con el octavo pasajero; ahora, el planeta en donde la tripulación de la Nostromo encontró el huevo alienígena ha sido terraformado y es hogar de una colonia humana. Cuando la comunicación se pierde con los habitantes del lugar es necesario enviar a Ripley con un grupo de marines para destruir a los aliens y rescatar a los sobrevivientes.
En “Aliens”, Cameron profundiza más en Ripley, le da un pasado y una historia trágica sobre maternidad, y eso se convierte en el centro emocional de la cinta. Por más explosiones, xenomorfos o androides presentes a lo largo del metraje la historia jamás se despega de Ellen y sus problemas personales; eso le da carta abierta a Sigourney para trabajar e interiorizar los sentimientos de esta mujer cuyo trauma la persigue aún después de confrontar a la bestia espacial. Los efectos especiales de nuevo son punta de lanza y hacen despegar a la cinta. Los ambientes lúgubres, oscuros y estrechos creados por Ridley Scott en la primera cinta aquí son ampliados, la amenaza es mayor, se enriquece la mitología de la criatura creada por H.R. Giger y la transición entre una cinta de terror y suspenso a una de acción se siente completamente orgánica. “Aliens” fue un logro para Cameron y tal vez el punto más alto de la franquicia.
1.- “Terminator 2: Judgment Day” (1991)
¿Cómo hacer una secuela de una película perfecta (otra vez)? La respuesta de James Cameron fue llenarla de testosterona, armas, explosiones y un Terminator más aterrador. “Terminator 2: Judgment Day” es un caso bastante similar a “Aliens”: Cameron entendió aquellos elementos por los cuales la cinta original era tan especial y no solo los elevó, también los mejoró e incorporó mucho más para hacerla mucho más rica y consistente. En esta nueva aventura tenemos de regreso al T-800 interpretado por Schwarzenegger pero con una misión distinta: proteger a John Connor de 10 años (Edward Furlong) del T-1000 (Robert Patrick), un robot hecho de metal líquido con la capacidad de imitar a cualquier persona, enviado del futuro para matarlo.
T2, como también se le conoce a la película, es la definición perfecta del cine de acción de los 90: persecuciones, explosiones, autos, gruas, armas, protagonistas fuertes (tenemos el regreso de Linda Hamilton como una versión más compleja y atormentada de Sarah Connor) y un villano sumamente aterrador cuya característica principal de nueva cuenta volvió a empujar hacia adelante los efectos especiales. Esta cinta es el punto más alto en la carrera de Cameron, también su película más creativa y una de las mejores secuelas de la historia por su brillante giro de guion: convertir al malo en el bueno. De esa manera tanto el director como sus personajes se insertaron con fuerza en el imaginario del público y dejaron una huella imborrable en la cultura popular.