Por: Alejandra Herrera. Poco o mucho sabemos, eso depende de nuestra posición en este planeta, de la vida existente más allá de nuestra atmósfera y eso ha generado una cantidad inimaginable de investigaciones, búsquedas y viajes dentro y fuera de la tierra intentando encontrar respuestas o al menos así lo plantean las películas de superhéroes y villanos.

Imagina que hay algo más allá de las estrellas que puedes observar, dioses peleando por ser el más poderoso, tipos de vida extraterrestre que justo en estos momentos está evolucionando y luchando por sobrevivir, creando armas a la par de las del dios Thor. Ahora imagina que esos seres van en búsqueda de alimento, unos cuantos desterrados de su hogar y otros solo para ejercer su poder sobre los más débiles; y continúan así hasta que llegan a la Tierra para ser encontrados por una empresa millonaria de científicos.

Uno de los villanos favoritos del universo Marvel vuelve en su segunda entrega esta semana a los cines con “Venom: Let There Be Carnage”, a tres años del lanzamiento de la primera película de esta franquicia y de lo que podría dar paso a la extensión del MCU, aunque aún no hay nada confirmado.

“Venom” (2018) dirigida por Ruben Fleischer, dejó opiniones divididas entre un público ya acostumbrado al formato popular de películas de superhéroes y aquellos fanáticos de Spider-Man que continuaban en la espera de secuelas y spin-offs, aun cuando Tobey Maguire y Andrew Garfield portaban el traje de la araña. 

Para muchos, el trabajo de Fleischer no gustó por lo anterior, sin embargo, hace un muy buen trabajo con los efectos especiales, maquillaje, escenografía y las actuaciones de Tom Hardy, Michelle Williams y Riz Ahmed. Todo en conjunto nos ofrece un performance fino y diferente a lo que usualmente se ve en este género.

Con ayuda de un guión escrito por Jeff Pinkner, Scott Rosenberg y Kelly Marcel, Fleischer hace un trabajo espléndido dándole un giro al origen de Venom, desarrollando el personaje a partir de su encuentro con Eddie Brock (periodista famoso y controversial en búsqueda de la verdad, situación que eventualmente le trae problemas) y no a partir de Peter Parker, dando como resultado una historia ligeramente diferente donde observamos a Venom como un alienígena incomprendido y (a veces) sentimental.

Eddie es un periodista sin miedo de nada y arriesgado, incluso se le describiría como insolente; esta parte de él complementa al simbionte Venom, quien a su vez descubre su “parte humana”. Tom Hardy se adentra en el mundo de los cómics por primera vez para dejarnos tal interpretación combinada con escenas clasificación C, un poco de humor negro y un hombre que ha dejado de creer en sí mismo.

Y en la búsqueda de poder, el científico Carlton Drake (Riz Ahmed) tiene como meta “mejorar” la raza humana, volviéndola poderosa e indestructible. Con él se verá envuelto Eddie de muchas formas dando paso a una secuela con otros simbiontes que aparecerán en “Let There Be Carnage”. En su ambición, Carlton también descubrirá su lado oscuro y dejará ver quién es en realidad.

En la segunda entrega se ve continuidad a la pelea de un alienígena por sobrevivir en un planeta extraño y su enfrentamiento con el siguiente grupo de simbiontes que arribaran a la Tierra y Eddie vuelve a su papel de antihéroe junto con Venom para darnos otro rato más de acción y dientes afilados.