John es un niño de 13 años que no sonríe, juega videojuegos, practica tenis y siempre hace preguntas extrañas. Un día, John decide drogar a su familia para mantenerla presa en un hoyo en la Tierra. “John and the Hole” es una película inusual dirigida por Pascual Sisto y basada en una historia del guionista argentino Nicolás Giacobone.

A pesar de la inquietante premisa, “John and the Hole” tiene un toque de Yorgos Lanthimos y humor seco derivado de las peculiares acciones de su protagonista. Por momentos, la película se convierte en una perturbadora variación de “Mi pobre angelito” en donde John (Charlie Shotwell) intenta llevar una vida adulta, alejada de sus padres, sacando dinero del cajero, despidiendo a empleados y aprendiendo a cocinar. 

Estamos ante un filme que intenta ser diferente, pero nunca termina de desarrollar su idea central de manera satisfactoria. La historia juega con la figura del niñito escalofriante e intenta ser una representación de crecimiento apresurado; de los sentimientos de adolescencia reprimida y en búsqueda de respuestas sobre el futuro. Sin embargo, el débil subtexto se pierde con el paso de los minutos y lo que queda es un experimento que se extiende en demasía y termina por ser inconsecuente.

Tampoco pasa desapercibido el hecho de que Sisto desperdicia a su elenco. Michael C. Hall (“Dexter”) es gracioso en un par de instancias y Taissa Formiga (“American Horror Story”) es lo mejor del filme, pero su papel es insignificante. 

Pascual Sisto demuestra un buen control estilístico y la premisa es lo suficientemente rara para entretener, pero a “John and the Hole” se le acaba la gasolina antes de llegar a su destino, resultando en un producto ambiguo sin algo innovador en oferta.

“John and the Hole” forma parte de la sección U.S. Dramatic de Sundance 2021.