En la última década o un poco menos, las comedias adolescentes han encontrado su espacio mayoritariamente en las plataformas de streaming, principalmente en Netflix, con ejemplos como “Tall Girl”, “Sierra Burgess is a Loser”, la infame saga de “The Kissing Booth” o, recientemente, la popular “Do Revenge”. Ahora llega “Darby y los espíritus”, del director Silas Howard, la apuesta de Star+ a sumarse al género.
Darby (Riele Downs) es una adolescente que ve fantasmas y ayuda a los muertos a cumplir sus asuntos pendientes para pasar al más allá, pero en la escuela es completamente antisocial. Su mayor enemiga es su examiga Capri (Auli’i Cravalho) la porrista más envidiada del colegio. Un día Capri muere y se le aparece a Darby para pedirle un favor: la dejará de atormentar si le ayuda a hacer realidad su gran fiesta de 17 años con temática de Coachella; para ello, Darby tiene que seguir sus instrucciones y convertirse en la chica más popular en solo unas semanas. En el proceso, ambas empiezan a construir una inesperada amistad.
Aunque la película recurre a muchos clichés de este tipo de historias (la escena de transformación, el gusto de Darby por la atención, la rivalidad de las amigas por un chico), Downs y Cravalho hacen la experiencia disfrutable: además de ser carismáticas, ambas actrices hacen que te enamores de sus personajes y desees ver a dónde avanza su amistad. La película es muy entretenida cuando Darby está entrenando junto a Capri o cuando inesperadamente ambas se abren sobre sus emociones.
Otro acierto es cómo Darby rompe la cuarta pared para hablar con nosotros constantemente sobre sus sentimientos, inseguridades o para exponer puntos de la trama. A veces el guion abusa de este recurso, pero le da una vibra de novela adolescente muy fresca y acorde al público al cual va dirigida, y se presta a un par de chistes bastante ingeniosos.
Dicho esto, tanto el exceso de elementos, el abuso de estereotipos y la poca imaginación en los aspectos técnicos evitan que la película sea mucho más que una versión ligeramente más elevada de una película televisiva al estilo de Disney Channel. Los intereses románticos no llevan a ningún lado, su inclusión se siente más como una excusa para cumplir con las convenciones del género que para mover la trama; el resto de personajes fuera de Darby y Capri son caricaturas y estorban más de lo que aportan; hay un discurso referente a las redes sociales, pero igual es muy forzado y poco orgánico, termina siendo superficial.
La premisa de una chica viva que ayuda a los muertos tampoco es explotada del todo: la idea funcionaría mucho mejor como serie de televisión, con cada capítulo dedicado a una aventura distinta entre Darby y sus amigos fallecidos. Como está presentada en la película, se queda bastante vacía y poco desarrollada. Lo mismo ocurre con la amistad de las protagonistas, la cual recibe un cierre poco ceremonioso en favor de terminar apresuradamente la historia.
“Darby y los espíritus” es suficientemente entretenida como para pasar un buen rato y supera a varias de las producciones de Netflix sobre el mismo tema, pero así como sus personajes, no deja mucho una vez que se ha marchado.
“Darby y los espíritus” está disponible en Star+.
Imagen de portada cortesía de Disney.