Desde hace algunos años Netflix nos ha ofrecido una gran variedad de comedias románticas adolescentes, con resultados muy variados. Mientras la trilogía de “A todos los chicos de los que me enamoré” saca más de una sonrisa con sus conflictos insignificantes e increíble ternura, otras cintas como “El stand de los besos”, “Tall Girl” y “Sierra Burges es una loser” han dejado mucho que desear, por decir lo menos, tanto en historia como en valores de producción, al punto de llegar a ser un insulto a la inteligencia de su audiencia. “Anónima” de la directora María Torres, la apuesta mexicana al género, se encuentra en un punto medio: carece de la elegancia de las películas de Lara Jean, pero tampoco cae en lo burdo de los peores ejemplos de este tipo de contenido.

La trama tiene los enredos que uno esperaría de una comedia romántica adolescente: Vale (Annie Cabello) es una chica solitaria que sueña con estudiar cine, pero cuyos padres desean que se dedique al negocio familiar. Alex (Ralf) es un chico cuya madre quiere que siga los pasos de su fallecido padre. Ambos se odian a primera vista. Un día Alex le envía por error un mensaje a Vale sin saber que es ella, ella responde sin saber que es él, y ambos se empiezan a enamorar en el mundo virtual aunque se detesten en el real.

Al igual que la ya mencionada “El stand de los besos” y la saga de “After”, “Anónima” está basada en una novela de Wattpad, plataforma muy popular por ser la gran meca de los fan-fiction e historias escritas por adolescentes. A diferencia de las dos franquicias mencionadas, “Anónima” tiene mucha más personalidad, en gran parte gracias al trabajo de Annie Cabello, cuya sonrisa y carisma logran hacer creíbles gran parte de los diálogos artificiales y situaciones absurdas. La pasión de Vale por el cine y su tierna incomodidad adolescente hacen disfrutable la película.

Además del trabajo de Cabello, vale la pena destacar la fotografía de Erwin Jaquez, quien ya nos mostró su talento para darle una vibra nostálgica a las historias de adolescentes con la muy superior  “Muerte al verano”, de Sebastián Padilla Padilla. Si bien “Anónima” no le da tantas oportunidades para brillar como la cinta del director regiomontano, el fotógrafo logra darle una identidad a la película, sobre todo en las escenas en las que puede aprovechar el uso de los neones.

Lastimosamente lo mismo no se puede decir de Ralf. Al igual que Addison Rae en “He’s All That”, el tik toker resulta el eslabón más débil de la cinta, sobre todo en las escenas con alguna carga emocional. No ayuda mucho que sea el personaje con más luchas internas de la película: la pérdida de su padre, la incertidumbre de la adultez y el conflicto amoroso son algunos de los retos que el actor no logra superar con éxito. Si uno acaba interesado en el romance en realidad se debe mucho más a Cabello.

A diferencia de muchas comedias románticas mexicanas que promueven estereotipos clasistas, machistas y homofóbicos, “Anónima” no hace daño a nadie: es una comedia inofensiva y poco memorable que puede satisfacer a más de un amante del género; sin embargo, en un país donde películas de calidad dirigidas a los jóvenes como la ya mencionada “Muerte al verano” y “¡Ánimo, juventud!” luchan por conseguir distribución, uno no puede evitar decepcionarse de ver propuestas como esta disponibles en plataformas como Netflix.