Un héroe sin capa y mucho vello púbico regresó para recordarle a los estadounidenses (y al mundo) que su país se está convirtiendo en la tierra del fascismo. Y lo hizo justo a tiempo porque las elecciones presidenciales están a la vuelta de la esquina. “Borat, siguiente película documental” aka “Borat 2” aka “Borat: Entrega del prodigioso soborno al régimen estadounidense para beneficio de la una vez gloriosa nación de Kazajistán” es una caja de sorpresas, risas y verdades tan dolorosas como necesarias. Y ahora, el periodista #4 de Kazajistán viene acompañado de su hija.
Borat (Sacha Baron Cohen) pasó 14 años en prisión tras el colapso económico de Kazajistán derivado de la primera misión documental del periodista en Estados Unidos. Sin embargo, recibe una misión muy importante para redimirse y restaurar de gloria a la nación: debe viajar a Estados Unidos y darle un regalo muy especial al vicepresidente Mike Pence.
Aunque pasaron 14 años desde la primera entrega, las técnicas cinematográficas de “Borat” vuelven a funcionar de maravilla porque desgraciadamente Estados Unidos aún es un desastre y por lo tanto es un campo fértil para que Baron Cohen ejecute sus habilidades cómicas. Y como el personaje ya es tan reconocido, el actor utiliza una serie de disfraces para pasar desapercibido y así capturar al pueblo estadounidense siendo abiertamente racista (o como ellos le dicen “patrióticos”). El resultado es otra ola de carcajadas, algunas de ellas incómodas.

Esta secuela tiene un arma secreta que sabiamente termina siendo el enfoque principal. En esta ocasión, Borat es acompañado por su hija Tutar (Maria Bakalova), quien muy de acuerdo con las tradiciones de su nación, es totalmente sumisa. Desea vivir enjaulada como las demás mujeres de la nación, cree que su vagina tiene dientes y sueña con ser como la princesa Melania Trump, a quien admira gracias a un hilarante dibujo animado kazajo muy al estilo de la Cenicienta (curiosamente tan sexista como el original de Disney).
A través del personaje de Tutar, el filme explora la visión conservadora que muchas mujeres blancas estadounidenses tienen con respecto a su propio género. Y al hacerlo te das cuenta de que las costumbres ficticias que siguen los personajes femeninos de Kazajistán son solo extremos de la ideología que predican estas mujeres. Afortunadamente, Tutar recibe las enseñanzas de una mujer afroamericana que le permiten ver más allá del mundo misógino en el que se crió y que las rednecks intentan conservar.
Baron Cohen y Bakalova se complementan de maravilla. Juntos hacen oro cómico en secuencias que involucran un muy blanco Baile de Debutantes y una charla sobre aborto con un pastor cristiano, por mencionar algunos ejemplos. En todos estos sketches podrás encontrar chistes dirigidos al racismo, las políticas de Trump y las peores tendencias que el país tiene para ofrecer.
El guión de “Borat: siguiente película documental” se burla de algunas de las ideologías más estúpidas que ofrece el pueblo estadounidense: QAnon, teorías de conspiración y la creencia de que el coronavirus es una mentira. Curiosamente, parece que fue más fácil para el equipo de “Borat” grabar todo esto porque ahora el pueblo es más abiertamente fascista e ignorante que hace 14 años.

Y entre las carcajadas, el filme se convierte en una labor periodística que documenta la perturbadora y hasta criminal conducta de un político muy importante y cercano a Trump. Hay que ponernos de pie y aplaudir la labor de Baron Cohen y Bakalova, quienes pusieron en riesgo su integridad física para destapar verdades necesarias y de paso hacernos reír.
Sin embargo, no todo es señalar los defectos de la raza humana. La película destaca la bondad, integridad, sensatez y buenos valores que todavía existen en el mundo a través de las enseñanzas de una mujer afroamericana y una señora judía. Además, tenemos una linda historia de un padre acercándose a su hija para darle corazón a la película.
“Borat, siguiente película documental” es magistral tanto en el aspecto documental como el de ficción. No todos los chistes aterrizan y lamentablemente, algunas actitudes del pueblo estadounidense ya no sorprenden, pero ahí radica la importancia de esta obra: en crear conciencia alrededor de la cultura violenta y fascista que ahí permea. Te guste o no el humor de Baron Cohen, y sin importar en qué país vivas, es importante escuchar el mensaje de Tutar y Borat porque el fascismo está aquí, vivo y expandiéndose.
“Borat, siguiente película documental” ya se encuentra disponible en Amazon Prime.