La ciencia ficción es un género que se presta a tratar temas serios y profundos a través de recursos visualmente llamativos y mundos fascinantes para el espectador. Si bien no es ni tan elaborada ni tan compleja como la más reciente entrega de “Dune”, “Capitana Nova”, del director Maurice Trouwborst, nos trae una entretenida historia de viaje en el tiempo sobre los peligros de seguir explotando inconscientemente los recursos naturales.
En un futuro distópico donde la Tierra es casi inhabitable, Nova (Anniek Pheifer) viaja 25 años al pasado con una misión que podría salvar a todos; sin embargo, al hacerlo su cuerpo también rejuvenece y ahora es una niña de 12 años (Kika van de Vijver). Con ayuda de Nas (Marouane Meftah) un revoltoso pero noble niño, se embarcan en una carrera contra el reloj para salvar a la humanidad de destruir para siempre la vida en el planeta.
Esta película aparentemente sencilla evita caer en lo genérico al tratar temas importantes de forma entretenida: el cambio ambiental, el desdén de las viejas generaciones hacia las preocupaciones de la juventud, los daños de querer satisfacer las expectativas de los padres, entre otros. Si bien a veces el guion peca de ser un poco obvio en sus mensajes, lo hace sin perder el hilo de la historia y poniéndola siempre como prioridad, lo cual evita que se sienta como propaganda y resulte pesada.
Una de las mejores decisiones es haber elegido niños como sus protagonistas: de manera similar a “E.T.” o “Stranger Things”, juega con los prejuicios del espectador respecto a lo que los jóvenes son capaces de entender y las decisiones que pueden tomar. Los dos actores principales hacen un buen trabajo en transmitir la angustia ante lo importante de la misión y hacen un buen equipo. Además, hay suficientes misterios como para mantenernos enganchados e ignorar varias inconsistencias (muy propias de las películas de viaje en el tiempo).
Pese a todo esto, “Capitana Nova” no deja de sentirse a ratos como una película de niños, y no en el mejor sentido: la resolución es un poco apresurada, a veces todo es muy literal y carece del espíritu épico de otras producciones de este estilo. Además, si bien es refrescante ver una película en la que el destino de la humanidad no dependa de Estados Unidos (otra entrega interesante en este aspecto es “Cangrejo negro”, igual de Netflix), sí cae en varios lugares comunes.
Tal vez no sea el sci-fi más intelectual o complejo del mundo, pero es una buena opción para ver en familia y mostrarle a los niños (y a varios adultos) una cosa o dos sobre su capacidad para crear un futuro mejor.
“Capitana Nova” ya se encuentra disponible en Netflix.