En estos tiempos de total incertidumbre, la muerte ha sido un aspecto recurrente a escuchar en nuestros alrededores y sea provocada por lo que sea, ¿cómo se lidia con ella? Nunca encontraremos palabras o acciones que puedan sanar, en un corto tiempo, el sentimiento sobre las pérdidas. Entonces ¿cómo se vive cuando existe la crónica de una muerte anunciada? Desde el melodrama y el efectismo, “Clouds”, la nueva película de Disney+ nos da algunas opciones que seguro harán que el espectador tenga una chispa de esperanza sobre la vida. 

El director Justin Baldoni ya había explorado la enfermedad y la muerte en el romance adolescente con “A dos metros de ti”, y ahora vuelve a tocar estos temas, aunque de una forma grandilocuente y con epicidad narrativa. La historia está basada en el libro “Fly a Little Higher” de Laura Sobiech y aborda a Zach Sobiech un joven con sueños musicales, quien es diagnosticado con osteosarcoma, un tipo de cáncer de huesos.  

Baldoni construye una primera mitad sólida y que trata de escabullirse de los clichés narrativos de este tipo de películas, sin embargo, pronto cae en la artificialidad y los excesos melodramáticos, pero no por eso deja de transmitir honestidad en cada uno de los pasajes del protagonista (interpretado por Steffan Fin Argus). El discurso sobre aprovechar a las personas y los momentos diarios son la carta fuerte de este filme, puesto que los traduce en imágenes melancólicas y “bonitas”, armónicamente acompañadas de covers de las canciones de Zach Sobiech como “Clouds” (de donde toma el título la película) y “Fix Me Up”. 

A pesar de la dura temática sobre qué hacer cuando se enfrenta una enfermedad terminal, el filme no se clava y mejor explora un romance adolescente, lo cual funciona bastante bien, pero sin llegar, nunca, a lo excepcional. Ejemplos como “Bajo la misma estrella” de Josh Boone y “Ya te extraño” de Catherine Hardwicke, tampoco profundizan e incluso tienen muchos convencionalismos, pero la diferencia contundente con “Clouds” es el poder de algunas escenas para permanecer en la memoria cinematográfica. 

Muchos de los aspectos mostrados en este film, ya sean las actuaciones, la fotografía o la misma historia quedarán prontamente olvidados. No hay solidez cinematográfica que la haga ser una referencia principal del tema o el discurso. Lo que sí logrará es que cualquier persona que la vea reflexione acerca de su vida, se ponga sentimental y piense sobre sus sueños, y el cómo los vive o qué le falta para experimentarlos; sólo si se genera esa profundidad hacia el receptor, podrá, tal vez, tener un lugar recordable. 

“Clouds” es de esas películas que alimenta el alma y puede cambiar un poco la visión del cómo vivimos nuestro presente, ya que demuestra madurez y buenas intenciones, además que las canciones seguramente podrán sonar en muchos lugares. Sin embargo, es probable que no tenga el suficiente impacto mediático, en primera por su forma de distribución y el alcance de ésta, y en segunda porque no genera el suficiente interés como para recordarla después de verla. 

“Clouds” ya se encuentra disponible en Disney+.