El “Short Cuts Programme 05” de TIFF 2020 colecciona cortometrajes de Estados Unidos, Canadá, Portugal, Bélgica y Francia.
Un tema que une a estos siete trabajos es el de una búsqueda de identidad, pero cada uno de ellos lo explora a través de distintos géneros y estilos. Tenemos a una gimnasta descubriendo las presiones del deporte, una animación surreal, una plática existencial y un documental de reencuentro, entre otros grandes cortos.
A continuación breves críticas de los cortometrajes de “Short Cuts Programme 05”, ordenados en orden de mi preferencia personal (mi favorito es el último).

The Price of Cheap Rent
Dirigido por Amina Sutton, Maya Tanaka (Estados Unidos)
Una sátira tipo mockumentary en donde una chica neoyorquina habla de su experiencia intentando conseguir departamento en la Gran Manzana. La buena noticia es que encontró renta barata, la mala es que el depa tiene fantasmas.
Un corto creativo que se burla de los ridículos precios de renta en Nueva York, tiene un sutil comentario social y te regala algunas risas en el camino.

Tie
Dirigido por Alexandra Ramires (Portugal, Francia)
Animación surreal en blanco y negro sobre dos creaturas humanoides cuyas interacciones con el mundo que los rodea sugieren temas de vida y muerte. Bastante abstracto, pero con un estilo audiovisual hipnótico. No es lo más espectacular de “Short Cuts 05” pero definitivamente vale la pena meterte en este viaje ácido.

Succor
Dirigido por Hannah Chessman (Canadá)
Tras una decepción amorosa, Angie es convencida por su mejor amiga Abigail de probar una app de citas para encontrar al verdadero amor. Sin embargo, Abigail tiene una idea muy distinta del significado ‘mejor amiga’ que Angie. A espaldas de ella, Abigail comienza a impersonar al ‘chico ideal’ de Angie en la aplicación, y naturalmente todo culmina en un corazón roto.
Empujada por dos dos buenas actuaciones, “Succor” es una pequeña y astuta exploración de las relaciones afectivas que te obliga a reflexionar sobre quiénes son tus verdaderas amistades.

Stephane
Dirigido por Leonardo van Dijl (Bélgica)
Tras ganar una competencia, una niña gimnasta de 11 años debe suprimir el dolor de una lesión para continuar su desarrollo deportivo. Encumbrado por la brillante actuación de la joven Charlotte Verwimp, “Stephane” es un excelente drama que examina las ridículas presiones a las que son sometidos los y las jóvenes atletas, así como la compleja relación de ética de trabajo establecida por los padres.

Sinking Ship
Dirigido por Sasha Leigh Henry (Francia)
Una mujer y un hombre discuten sobre su relación mientras cenan en un elegante restaurante. Este concepto suena bastante aburrido, pero la ejecución es impresionante.
El nombre del corto es “Barco Hundiéndose” porque durante la charla es claro que la relación de estas personas es muy complicada y en cualquier momento uno de los dos salta por la borda. Estas dos personas tienen cerca de 40 años y su discusión es muy honesta; ambos son capaces de expresar elocuentemente lo que están pensando provocando una apertura emocional y filosófica llena de riqueza. Un cortometraje simple, pero muy inteligente que pondera sobre la evolución de las relaciones amorosas y su dependencia del tiempo.

Sing Me a Lullaby
Dirigido por Tiffany Hsiung (Canadá)
Este imperdible cortometraje documental sigue la búsqueda de la joven directora Tiffany Hsiung por encontrar a su abuela biológica en Taiwán. Fue filmado a lo largo de 14 años.
Aunque la búsqueda en sí no tiene nada de extraordinario, el reencuentro y la explicación del por qué la madre de Tiffany fue separada de su madre a los 5 años, es tan increíble como triste. “Sing Me a Lullaby” es un trabajo sencillo pero sumamente interesante y conmovedor que además te da un pequeño vistazo a la compleja cultura china. Ojo, este corto se puede meter a conversación de Oscar.

Scars
Dirigido por Alex Anna (Canadá, Francia)
En un híbrido de live-action y animación, Alex Anna hace una poderosa reflexión de salud mental y depresión a través de su propia historia de autolesión. Anna muestra monumental valentía contando su historia y reflexionando sobre sus sentimientos de placer, vergüenza, soledad y miedo. Este poético e íntimo retrato está entre los trabajos más poderosos de todo el festival; no solo ayuda a concientizar sobre depresión sino que podría ayudar a personas atravesando por los mismos o similares problemas. Imperdible.