El nuevo documental de Sonia Kennebeck, “Enemies of the State” nos cuenta una perturbadora y extraña historia real que por momentos parece película ficticia de espionaje. El sujeto a seguir es Matt DeHart, un hacker activista de Anonymous que fue perseguido por el FBI y condenado por cargos de posesión de pornografía infantil. Esto ya suena complicado, pero no es ni la mitad de la historia.

“Enemies of the State” comienza detallando la historia de Matt, un chico que afirmaba estar en posesión de grandes secretos sobre el gobierno de los Estados Unidos y por lo tanto se convirtió en un objetivo del FBI. Un día, la agencia de investigación llegó a su domicilio buscando evidencia de que persuadió a niños menores de edad para compartir sus videos pornográficos. Sin embargo, tanto Matt como su familia afirman que todo esto es un invento del FBI para disfrazar una investigación más profunda en relación a espionaje y divulgación de secretos a Wikileaks.

Después de que Matt fuera capturado y supuestamente torturado, su familia decidió huir a Toronto para buscar asilo y proteger al joven de futuros ataques del gobierno de Estados Unidos. Para comprender todo esto, Kennebeck explica la personalidad de Matt DeHart, los antecedentes patrióticos de su familia, la investigación sobre los secretos en su posesión, su búsqueda para recibir apoyo del gobierno ruso, entre otras cuestiones. 

Un hilo que une gran parte del documental es la preocupación de los padres de Matt. Ellos apoyan a su hijo hasta el fin, creen en su inocencia y lo ven como un valiente activista. Aquí se logra generar empatía puesto que estos señores están involucrados en un peligroso juego, creen que son vigilados y lo único que quieren es justicia para su hijo. Su caso es apoyado por campañas virales de marketing y más teorías de conspiración.

En medio de todo esto vemos algunos testimonios de investigadores y abogados hablando sobre los cargos de pedofilia, sin embargo hasta este punto, la edición de “Enemies of the State” parece estar firmemente del lado de Matt DeHart. 

Pero la paranoia y la palabra ‘conspiración’ comienzan a tomar un nuevo significado y la manera en cómo Kennebeck maneja algunos temas hace evidente lo que está por venir. “Enemies of the State” da un giro brusco para revelar la verdadera cara de la otra moneda y explorar a detalle los alegatos de pornografía infanitl. El documental se transforma en una interesante exploración de la palabra ‘verdad’. ¿Hasta dónde podría una persona llegar para esconder una verdad? ¿Quién miente? ¿A quién hacerle caso? ¿Qué pasa cuando las personas cercanas a Matt no tienen otra alternativa más que la de confiar en su palabra? 

Desafortunadamente, en su último cuarto el documental ya se convirtió en una confusa telaraña en donde es complicado discernir la realidad de la ficción. Por momentos la historia se le va de las manos a la directora, quien parece estar más preocupada en mostrar recreaciones de audiencias y acontecimientos claves que en el propio caso.

“Enemies of the State” te muestra una historia humana sobre una familia en desgracia para así crear mayor impacto cuando llega la gran revelación. Pero además de crear drama, esta astuta estructura narrativa tiene el objetivo de evidenciar lo fácil que es manipular la verdad.

Kennebeck te presenta una historia interesante, explica cómo funciona una teoría de conspiración y provee herramientas para ponderar sobre la manipulación de datos y la importancia de siempre buscar hechos concretos que te ayuden a disipar nociones nubladas por la emoción. 

“Enemies of the State” forma parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Toronto 2020.