La novela “Orgullo y prejuicio” de Jane Austen ha sido adaptada de múltiples maneras: en forma de comedia moderna con “El diario de Bridget Jones”, de musical al estilo Bollywood en “Novia y prejuicio” y cómo olvidar el híbrido comedia/acción “Orgullo, prejuicio y zombies”. El director Andrew Ahn y el guionista Joel Kim Booster traen ahora “Fire Island: Orgullo y seducción”, una comedia romántica adulta y divertida con tanto corazón como la obra original, pero en lugar de la Inglaterra del siglo XVIII nos lleva a una isla llena de hombres homosexuales en busca de sexo, diversión y (¿por qué no?) el amor.

Noah (el propio Joel Kim Booster) y su mejor amigo Howie (Bowen Yang) llegan,  junto a otros amigos, a Fire Island para pasar una semana llena de fiestas y hombres; sin embargo, Howie todavía sueña con encontrar el amor. Noah le hace una promesa: hasta que Howie no se acueste con un hombre con el que sienta una conexión, él tampoco hará nada. En su búsqueda conocen al encantador Charlie (James Scully), quien hace clic inmediatamente con Howie. ¿El problema? Viene acompañado del orgulloso y prepotente Will (Conrad Ricamora), a quien Noah detesta de forma casi inmediata.

En 2016 Andrew Ahn nos trajo “Spa Night”, una gran película sobre el despertar sexual de un joven gay en una familia coreana tradicional, por la cual ganó el John Cassavetes Award en los Film Independent Spirit Awards. Si bien esta nueva película es mucho más ligera tanto en sus temas como en su tono, en ambas Ahn trata de forma madura y honesta la cultura homosexual, y lo que implica ser asiático dentro de ella. Otra similitud es una muy bienvenida sensualidad y apertura respecto al sexo, algo que muchas películas (incluso aquellas con personajes homosexuales en ellas) rehuyen u ocultan.

Así como Austen se burlaba con agudeza de las clases altas y de las costumbres de su tiempo, el guion de Joel Kim Booster critica con mucho humor varios de los comportamientos elitistas del mundo gay: acá, además del dinero, también se te juzga por tu raza, tu físico y tu edad. Sus bromas no sólo sacan una sonrisa por su ingenio, sino por lo precisas que resultan, como lo podrá atestiguar cualquiera que haya entrado a un antro gay alguna vez en su vida. El resultado es una película en la cual la sensibilidad de Ahn y el humor de Booster se mezclan perfectamente para conmover y hacer reír en partes iguales.

Tras muchas películas enfocadas en la homosexualidad como algo que se sufre o causa angustia, es refrescante ver una comedia romántica y diversa como “Fire Island: Orgullo y seducción”. La química entre sus protagonistas, un guion inteligente y una dirección precisa la convierten en una gran experiencia. Sí, tal vez los que ya conozcan la historia se distraigan un poco encontrando los paralelismos con la novela o adivinen gran parte de los puntos importantes antes de que ocurran, pero la película compensa esa predictibilidad con un gran corazón y madurez. ¿Es la mejor adaptación de Jane Austen? No, muchas otras películas están por encima en ese aspecto, pero sí es probablemente la mejor comedia romántica gay que he visto (esperemos que abra la puerta a que haya muchas más).

“Fire Island: Orgullo y seducción” ya se encuentra disponible en Star+ en Latinoamérica y Hulu en Estados Unidos.