“Halloween” de John Carpenter es una película pilar del cine de terror como lo conocemos, que, con poquísimos recursos, logró construir una trama simple pero interesante y aterradora al mismo tiempo; el guion de Carpenter y Debra Hill se olvidaba de las casas encantadas, los espectros, los científicos locos y todo lo sobrenatural, su asesino era una persona real con nombre y apellido: Michael Myers. Con esta cinta le dieron el banderazo de salida a todos los slashers de los años ochenta y también a una serie de secuelas que trataron de emular a la original sin éxito o al menos hasta 2018 cuando el director David Gordon Green tomó las riendas de la franquicia y entregó una película en donde se negaban todas las cintas anteriores menos la de Carpenter, funcionando como una especie de remake/secuela bastante efectiva, con errores de ritmo y personajes, pero fiel a la simpleza de la original. Ahora, 44 años después, por fin podemos ver la conclusión de toda esta historia.
“Halloween: La noche final” olvida completamente todo el impulso generado en las entregas pasadas en donde se construyó de manera sólida el enfrentamiento final entre Laurie Strode (Jaime Lee Curtis) y Michael Myers (James Jude Courtney) para dar un brinco de cuatro años en el tiempo y contarnos una historia completamente nueva. Aquí, Gordon Green nos presenta a a Corey Cunningham (Rohan Campbell), un chico cuya vida da un giro tras matar por accidente a un niño durante la noche de Halloween; después del incidente todos en el pueblo lo desprecian y eso lo lleva a aislarse, al menos hasta que, gracias a Laurie, conoce a Allyson (Andi Matichak) con quien vivirá un aterrador y sombrío romance.
Un gran problema en las cintas de Halloween de David Gordon Green está en su exceso de personajes y cómo estos terminan por no tener relevancia en la historia. La presencia de Corey, quien no estaba en las entregas pasadas, se siente forzada y solamente sirve para diluir de más la historia y hacer tiempo hasta llegar al enfrentamiento de Laurie y Michael, mismo que podríamos haber visto al final de la entrega pasada y no habría mayor diferencia. A pesar de que su personaje tiene abundantes minutos en pantalla, su desarrollo es pobre, tiene poco peso emocional y su arco termina por ser insignificante
El guion, escrito por el mismo director junto a Danny McBride, Chris Bernier y Paul Brad Logan, elimina la forma física de Michael Myers durante los primeros dos actos de la película y lo convierte más bien en una presencia tipo Pennywise que afecta negativamente a los habitantes de Haddonfield; tragedias ocurren a lo largo y ancho del pueblo sin una explicación aparente y la propia “maldad” interna de cada habitante parece ser la causante. Esta es una idea interesante pues al final no solamente Laurie Strode se ha visto afectada directamente por el asesino (una idea reforzada en “Halloween: La noche aún no termina”). Tratar de evidenciar cómo los hechos violentos golpean a una comunidad es una gran decisión pero la explicación deja de ser plausible y no cuadra con la narrativa de la película, más anclada en la realidad que en lo sobrenatural.
Otro aspecto a considerar es que los guionistas dejan de lado la parte del terror y el suspenso de las entregas pasadas y se decantan más por mostrar una violencia gratuita cuya finalidad es crear un shock momentáneo debido a la brutalidad de algunas escenas. Como resultado tenemos a una película cuyos decesos no tienen gran relevancia en la historia.
Las actuaciones son bastante buenas. Jaime Lee Curtis entrega la versión más serena y centrada de Laurie que le hemos visto y esto funciona bien durante el enfrentamiento final. Rohan Campbell también entrega un papel bastante aterrador, pero se ve limitado por la serie de decisiones cuestionables de los guionistas; pudo ser una de las mejores inclusiones al universo de Halloween pero termina por quedar en la nada. El resto del elenco hace disfrutable esta experiencia.
“Halloween: La noche final” es un final bastante lento y decepcionante para la franquicia. Buscando alejarse de todas las películas previas, David Gordon Green entrega una cinta en donde las cosas no tienen una razón de existir más allá de dilatar una trama pobre cuya resolución llega demasiado tarde.
“Halloween: La noche final” ya se encuentra disponible en cines.