Cuando Donald Trump ganó las elecciones en 2016, muchos buscaron desesperadamente motivos para excusar a su nación. Escrita por J.D. Vance y publicada en 2016, la memoria “Hillbilly Elegy: A Memoir of a Family and Culture in Crisis” representó justo eso: una ventana para entender los problemas de la clase trabajadora blanca de Estados Unidos, misma que fue clave en el ascenso de Trump. El nuevo filme de Ron Howard, “Hillbilly, una elegía rural”, toma esta historia sobre un joven blanco originario de Ohio que, atrapado en la pobreza, rodeado de fracaso y con una madre adicta, intenta salir adelante. En muchos aspectos es una caricatura y un intento descarado por obtener premios Oscar, pero también cuenta con elementos que vale la pena explorar.

J.D. (interpretado por Gabriel Basso y Owen Asztalos dependiendo del momento) es un joven honesto y originario de un pueblo montañés que estudia leyes en Yale pero que se siente atrapado por su cultura. Durante una semana de entrevistas cruciales para conseguir trabajo, recibe la noticia de que su madre adicta Bev (Amy Adams) sufrió una sobredosis por heroína y de nuevo se encuentra hospitalizada. Vance conduce de vuelta al modesto Middletown para intentar resolver la situación con ayuda de su hermana Lindsay (Haley Bennett) y el apoyo de su novia indígena Usha (Freida Pinto). Es como una telenovela.

La narrativa hace abundantes saltos de tiempo entre 1997 y 2011 para explicar el pasado de pobreza en el que creció J.D., así como la relación con su madre y su abuela, de cariño apodada Mamaw (Glenn Close). Desde una perspectiva blanca, esta historia intenta resaltar el difícil camino que debe seguir un estadounidense para escapar de un ciclo de pobreza y trauma.

Hillbilly-una-elegia-rural-04-Close
“Hillbilly Elegy” | Foto por Lacey Terrell/NETFLIX © 2020

A pesar de su éxito en 2016, el libro fue criticado por nativos de Ohio argumentando que la historia de Vance retrata a su gente como un montón de montañeses pobres y tontos. Esta película no hace mucho por cambiar eso. El guión de Vanessa Taylor (“The Shape of Water”) se inclina hacia el melodrama que tanto le gusta a los votantes viejos de la Academia y refuerza el estereotipo del “Hillbilly” que el autor pinta en su biografía. Las ideas de que J.D. no sabe pronunciar “syrup”, o desconoce sobre vinos y el uso de cubiertos en cenas lujosas son vehículos toscos que describen a toda una gama de gente con una visión muy estrecha. La narrativa no está interesada en explorar la historia, al sistema o a las personas forzadas a quedarse en el mismo, sino en arrogantemente pretender que todos pueden superarse a pesar de las adversidades. Es un filme conservador cuyos hilos hemos visto muchas veces en el cine estadounidense.

Los mejores momentos llegan de la mano de una Glenn Close (“The Wife”) y su interpretación de Mamaw, una impetuosa, fumadora y grosera abuela que intenta guiar a su nieto y empujarlo a ser alguien de renombre en la vida. Close actúa con determinación y fiereza, pero siempre dejando a la vista un atisbo de vulnerabilidad. Tal vez los lentes de botella y el exuberante peinado parezcan demasiado, pero como nos dejan ver los créditos, esa era la apariencia real de la señora.

Hillbilly-una-elegia-rural-01-Glenn-close
“Hillbilly Elegy” | Foto por Lacey Terrell/NETFLIX © 2020

Basso y Asztalos entregan una actuación sobria y efectiva con respecto a lo que el guión pide de ellos. Amy Adams (“Vice”) es explosiva y espectacular, pero, a diferencia de Close, no logra separarse completamente del excesivo maquillaje. Además, su actuación se pierde como consecuencia del pobre desarrollo de la narrativa de adicción. Algo similar sucede con Haley Bennett, quien viene de regalarnos una actuación extraordinaria en “Swallow”, y que aquí no tiene mucho para sobresalir.

Independientemente de antecedentes culturales y políticos, el drama funciona como una honesta fuente de inspiración para salir adelante. Aquellxs que hayan crecido en un ambiente opresivo de abuso y adicción podrían conectar con su historia. Más allá de esas virtudes, “Hillbilly, una elegía rural” termina siendo un filme hollywoodense tradicionalista, con buenas intenciones y excelentes actuaciones, pero claramente diseñado para ganar premios y que no llega a establecer un entendimiento completo alrededor de la cultura a la que retrata.

“Hillbilly, una elegía rural” ya se encuentra disponible en Netflix. Puedes seguir nuestra cobertura de esta película rumbo al Oscar en este enlace.