La directora alemana Nora Fingscheidt realiza su debut en inglés con “Imperdonable”, una cinta melodramática con giros narrativos interesantes hacia su último tercio, pero con un objetivo claro: hacer lucir en el melodrama a Sandra Bullock, a partir de una actuación llena de gritos, llanto y maquillaje abrumador.  

Ruth Slater (Bullock) vivía junto a su pequeña hermana en un lugar alejado de la urbanidad, sin embargo, luego del deceso de sus padres, la casa donde se alojaban quedó en manos del gobierno. Policías tratan de desalojar a Slater y su hermana, pero en un acto de desesperación, Slater asesina a un policía y como resultado es encarcelada durante casi veinte años perdiendo la tutela de su hermana. Cuando sale, se encuentra a un mundo no tan distinto del que dejó: continúa siendo cruel, injusto y gris; lo único que le puede devolver un poco de color es volver a saber de su hermana, quien ahora es una adolescente y fue adoptada por una familia ejemplar. En el transcurso de los acontecimientos y pese a su mala imagen como exconvicta, Slater busca incansablemente tener un poco de contacto con la joven, sin tener en cuenta que su libertad tiene un precio.

Lo expuesto en el anterior párrafo es más interesante que el resultado final de la cinta. Uno de los problemas principales es su guion tratado por cuatro personas (Sally Wainwright, Peter Craig, Hillary Seitz y Courtenay Miles), quienes seguramente tuvieron ideas distintas para tramas secundarias que generan complejidad en la historia, pero funcionan de manera fugaz, y rápidamente causan hartazgo y cansancio. En otras palabras, todas estas pequeñas historias pudieron haber sido cortometrajes. 

La intención de tener varias tramas secundarias, al menos en esta cinta, es señal de una historia principal inconsistente, débil y genérica; y en efecto lo es. La gracia, si es que en algún momento la tiene, termina por completo al ver, con el paso de las escenas, discursos totalmente blancos, donde los “pobres” blancos son focos de injusticias y actitudes mala leche por parte del mundo; “Déjennos vivir en paz”, diría la canción de Paquita la del Barrio. 

Las actuaciones de soporte, como las de Viola Davis (“La madre del blues”), Vincent D’Onofrio (“The Eyes of Tammy Faye”) y Jon Bernthal (“King Richard”), son desperdiciados con interacciones sosas y frías con la protagonista. Además, poseen un nulo desarrollo, pues sus historias se quedan en el aire. Sandra Bullock, la estrella de este filme, hace lo que puede mediante miles de gestualidades de intención triste, lágrimas en su mayoría falsas y gritos ensordecedores que continúan con el cliché de blancos gritando obteniendo nominaciones; Bullock está al centro de todo el filme y en cualquiera cinta eso sería disfrutable, pero aquí es incómodo e insufrible.  Aquí hay otra muestra que pese a tener a un gran elenco (prácticamente de ley por parte de Netflix), si el guion es escuálido, no hay cómo salir adelante. 

“Imperdonable” es una cinta que en el papel pintaba para ser atractiva e interesante por su narrativa y su elenco, pero termina por ser un desastroso intento de melodrama criminal. Sandra Bullock deberá seguir intentando si es que quiere estar nuevamente en la mira de los galardones de gama positiva, porque tal vez sí le alcance para los Razzies.“Imperdonable” está disponible en Netflix.