En años recientes hemos visto un impresionante crecimiento en el consumo de producciones televisivas y cinematográficas de Corea del Sur, en parte debido al éxito de películas como la ganadora del Oscar “Parasite” o la popular serie de Netflix “El Juego del Calamar”, pero también debido a sus increíbles valores de producción, historias con las que es fácil relacionarse o a la acción desenfrenada y a veces exagerada. Teniendo esto en cuenta no sorprende el hecho de ver a los servicios de streaming más conocidos apostar, y explotar, por este tipo de contenido para ampliar sus catálogos y satisfacer la necesidad del público. De esa forma llega “Jung_E”, la más reciente película del director Yeon Sang-ho (“Train to Busan”), una poco imaginativa historia sobre inteligencias artificiales, megacorporaciones y maternidad.

A finales del siglo XXI, el nivel de los mares subió tanto que hizo casi imposible la supervivencia en la Tierra, por lo que seres humanos comenzaron a migrar al espacio y establecerse en refugios o colonias entre nuestro planeta y la Luna, sin embargo, a comienzos del siglo XX, tres de las más importantes colonias se unieron y le declararon la guerra al resto, comenzando así una brutal e interminable guerra civil llena de robots y mercenarios. 

Cuarenta años antes del comienzo de nuestra historia, durante los años más cruentos del conflicto, una mujer llamada Jung-yi (Kim Hyun-joo) pudo terminar con la guerra, sin embargo murió en combate; en el presente, una compañía armamentista compró los derechos de los patrones cerebrales de Jung y planean usarlos para crear la Inteligencia Artificial perfecta para la guerra gracias a la ayuda de la científica Seo-hyun (Kang Soo-youn, en su último papel antes de su muerte en 2022).

El mayor problema de “Jung_E” está en lo poco original de su argumento pues, si lo examinamos con cuidado, suena exactamente igual a la trama de “Alita: Battle Angel” de Robert Rodríguez (basada a su vez en el manga GUNNM de 1995): un futuro postapocalíptico, estaciones espaciales orbitando el planeta tierra, una antigua guerra civil y un soldado robot sin memoria de los eventos previos. Además, se le pueden sumar similitudes con “I, Robot”, “Blade Runner 2049”, “Ghost in the Shell” y otras películas de ciencia ficción y cyberpunk.

Por otro lado, la película llega a ser reiterativa a la hora de darnos la exposición y el contexto: un texto inicial nos explica todos los antecedentes de la guerra, del estatus del planeta, los robots y las colonias espaciales; y unos minutos después se nos vuelve a dar exactamente la misma información a través de un video; más adelante, la doctora Seo-hyun le cuenta a uno de sus colegas una pieza fundamental de su pasado y  poco después se muestra eso en un flashback. Toda esta construcción del mundo termina por ser un gran lastre para la historia ya que jamás vemos las colonias fuera de la tierra, el conflicto bélico o algún lugar fuera de los laboratorios de la compañía.

Las actuaciones son sobresalientes, destacando especialmente Kang Soo-youn como una científica con conflictos éticos y personales para con su trabajo, además toda su historia es una pieza fundamental que conforma al personaje y sus decisiones, sobre todo hacia el final. Kim Hyun-joo también hace un gran trabajo como la capitana Jung, pues logra transmitir emociones como el dolor, la frustración o la ira y después pasar a la absoluta calma. Quien también se lleva las palmas es Ryu Kyung-soo (“Broker”) en su papel del director Sang-hoo, un empresario con un humor bastante bobo cuya presencia a veces puede resultar molesta pero aligera bastante la densa y complicada trama.

En cuanto a los aspectos técnicos podemos destacar los efectos visuales para traer a la vida a la capitana Jung en su forma de robot, sin embargo lucen bastante similares a lo visto en cintas como “Ex Machina” de Alex Garland. El resto de los efectos visuales del filme lucen falsos pues la iluminación del fondo no siempre empata con la de los personajes, además se sienten muy computarizados y cuando interactúan con los elementos a su alrededor no se ve del todo realista. Las escenas de acción, por otro lado, son bastante estáticas y muchas veces  consisten en lanzar a un personaje para el costado o contra una pila de objetos; el director trata de compensar esa falta de dinamismo en las peleas a través de movimientos bruscos de cámara y la edición.

“Jung_E” es una película fallida y derivativa con villanos genéricos y cuestionamientos obsoletos sobre robótica e inteligencia artificial. La carencia de originalidad deriva en una historia predecible sostenida solamente por las excelentes actuaciones de su elenco, dando como resultado final un producto del montón usado por Netflix para seguir explotando la popularidad del cine coreano. 

“Jung_E” ya se encuentra disponible en Netflix.