Rebecca Hall protagoniza y realza “La casa oscura”, una película que de genérica sólo tiene el título, pues posee valores estéticos y narrativos provocativos, los cuales nunca decaen ni dejan de ser interesantes.

Esta película dirigida por David Bruckner, habla acerca de Beth (Hall), una mujer que trata de superar el suicido de su marido. Su soledad y los cuestionamientos acerca del trágico evento pronto le pasan factura: cada noche experimenta pesadillas y visiones al parecer sin sentido ni significado claro. Con el paso del tiempo, comienza a investigar las cosas de su difunto esposo con tal de hallar respuestas, sin embargo, descubre secretos escabrosos en los que está dispuesta a indagar. 

Uno de los puntos más sobresalientes de esta cinta de terror son sus infranqueables ganas por incomodar cognitivamente: provocar al espectador a interpretar y decodificar la narrativa y los simbolismos que la acompañan, tales como una muñeca vudú, los distintos libros de brujería, además de los sueños y las interacciones entre la mujer y su esposo muerto. Cada uno de los eventos son sostenidos por un personaje femenino confundido, abrumado, solitario y con la extrañeza de lo que pasó y pudo ser; sentimientos y emociones, los cuales pronto hacen metástasis con la rabia, la locura y el amor. Una combinación perfecta para un desenlace fatal… a no ser que esté rodeada por amigos benevolentes con ganas de contribuir a una conclusión convencional, como desafortunadamente es el caso. 

Bruckner, quien previamente dirigió “El ritual”, realiza un filme ruidoso, tanto de forma literal como metafórica. “La casa oscura” llama la atención por su estética sombría, curiosamente equilibrada por la utilización de luz de día y luz oscura, las cuales ayudan a generar espacios estremecedores y claustrofóbicos. Si bien, por momentos utiliza un sofocante y efectista diseño sonoro para sustos más marcados, pronto los deja de lado para que la historia, una vez establecida, tome ese lugar de suspenso.

Con su personaje, Rebecca Hall (“Godzilla vs. Kong”) logra mantener al espectador interesado tanto en sus acciones como en todo el misticismo alrededor de la trama. Beth, el personaje de Hall, tiene muchas similitudes con Cecilia Kass, el interpretado por Elisabeth Moss en “El hombre invisible”, ya que ambas son acechadas por los espíritus corrompidos de sus exparejas, quienes hacen muy delgada la línea entre lo real y lo onírico.  A pesar de estas similitudes psicológicas, Hall nunca deja de llenar la pantalla con su actuación; es un hecho irrefutable que la película es ella, y sin ella, muy probablemente otro producto hubiera resultado. 

“La casa oscura” es una película sobresaliente dentro de la actualidad del terror, sobre todo porque se atreve a desbalancear al espectador y ponerlo a descifrar los significados de cada secuencia, además, cuenta con el trabajo de una actriz experimentada y con ganas de exponer sus capacidades para el género.

“La casa oscura” ya está disponible en cines.