El legendario director japonés Nobuhiko Obayashi falleció en abril del 2020. Sus últimos años fueron dedicados a esparcir su mensaje anti-guerra a través del cine, primero con su proyecto de vida “Hanagatami” y finalmente con “Labyrinth of Cinema”, una odisea de tres horas.

La ‘historia’ ocurre en Onomichi, un pequeño pueblo de Hiroshima que vio nacer a Obayashi en 1938. Aquí, un cine está a punto de cerrar, por lo que sus dueños deciden proyectar un maratón de películas japonesas de guerra. Pero no estamos ante una historia convencional. En medio de la función, un cinéfilo (Takuro Atsuki), un gángster wannabe (Yoshihiko Hosoda) y un historiador (Takahito Hosoyamada) entran a la pantalla para intentar salvar a Noriko (Rei Yoshida), una misteriosa adolescente que desea comprender historia utilizando al cine como herramienta.

A través de surrealismo, pantallas verdes, live-action, actos musicales, la poesía de Chuya Nakahara y una mezcla de géneros, Obayashi hace un recorrido no-lineal por la historia bélica y cinematográfica de Japón. Tenemos yakuza, una nave espacial, batallas samurai, cine mudo, Franz Kapra… el director metió de todo en su despedida para ilustrar los horrores de la guerra y la importancia de la pureza juvenil en la búsqueda de paz.

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En este viaje por el pasado, presente y futuro, los protagonistas son testigo de conflictos durante el Shogunato, la guerra ruso-japonesa, la guerra civil de 1868; participan en una compañía de teatro; visitan Okinawa; y hasta se encuentran al legendario samurai Miyamoto Musashi. Finalmente, su recorrido acaba en Hiroshima con la explosión de la bomba atómica. Esta representación y la descripción de los estragos es escalofriante: fácilmente el momento más poderoso de “Labyrinth of Cinema”.

Hay humor, romance, acción y muchos rompimientos de la cuarta pared. La película es un extraño collage de escenas. La edición salta sin parar y los diálogos no acaban. “Las guerras inician porque complicamos las cosas”… es como si Obayashi quisiera recordarnos lo caótica que es la historia. Pero es demasiado. Ésta es una película para pausar constantemente, tomar un respiro e intentar comprender qué está intentando decir Obayashi. Las tres horas de duración son muy pesadas y necesitas mucha paciencia para poder soportarlas. 

“Labyrinth of Cinema” es una larga e imaginativa clase de historia con una poderosa lección de paz… pero no sé a quién recomendarla. Una persona totalmente clavada en cine e historia japonesa va a apreciar y entender mejor este filme… pero honestamente no se lo recomendaría a nadie más. El ritmo frenético no perdona y el laberinto está tan enredado que aburre ¿Por qué habría de someter a alguien a tres horas de tan compleja meditación? ¿Es necesario tanto para aterrizar un mensaje anti-guerra? Es un filme bonito que te invita a aprender y buscar la paz, de eso no hay duda, pero la demanda es altísima y lamentablemente, la recompensa no vale la pena.

Esta película forma parte de la sección Camera Lucida de Fantasia Fest 2020.