La prostitución es el tema de “Life: Untitled”, el debut como directora de Kana Yamada, quien muestra su falta de experiencia intentando adaptar su propia obra de teatro. 

La historia se centra alrededor de las trabajadoras de una pequeña agencia de escorts llamada ‘Crazy Bunny’. El grupo está conformado por personalidades contrastantes, todas con algo en común: son maltratadas psicológicamente por su manejador. 

Podríamos decir que la protagonista es Kano (Sairi Ito), una joven que aplicó para ser escort, pero tras una mala experiencia, termina trabajando en tareas mundanas para la agencia. Kano tiene una fascinación por la profesión, y a través de ella la directora Yamada intenta responder a la pregunta: “¿Por qué alguien escogería trabajar en la prostitución?”. 

Entre las escorts tenemos a una que oculta su dolor con risas y lujuria; una antisocial que se refugia escribiendo en un rincón; una inmadura incapaz de salir de una relación abusiva; y hasta una mujer madura que actúa como niña de 5 años. La emotividad aparece en pantalla cuando alguna de estas personas intenta hablar acerca de su profesión; la película tiene estos cautivantes chispazos filosóficos… pero no son más que eso: chispazos. 

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“Life: Untitled” intenta humanizar a la profesión de la prostitución, pero nunca escucha a sus propios personajes. Cuando crees que estás a punto de aprender algo, Yamada cambia de escena y plantea más preguntas… la mayoría de ellas quedan sin respuesta.

Lo más frustrante es que en sus primeros minutos, “Life: Untitled” promete ser un interesante discurso sobre el prominente sexismo en la sociedad japonesa, así como una búsqueda por empatizar con las trabajadoras de la industria del sexo. Pero la narrativa de Yamada parece estar desapegada de la realidad, y nunca se enfoca en resolver su interrogante inicial. En vez de eso, los personajes van y vienen, los insultos abundan, y algunas sub-tramas quedan olvidadas un buen rato. De repente, se vuelve clara una sola cosa: la película está caminando en círculos. Ocasionalmente, Yamada integra algún diálogo filosófico con la intención de hacerte reflexionar… pero pasa lo mismo: no aborda de frente al problema y solo está balbuceando.

Es evidente que todo esto se basa en una obra de teatro. En ningún momento, Yamada logra imprimir algún tipo de marca cinematográfica para justificar esta adaptación. La rígida estructura de las escenas, el ritmo,  los diálogos… todo se siente teatral, plano y formulaico. 

Las intenciones de “Life: Untitled” son buenas, pero la ejecución es pobre, y el filme entero termina sintiéndose como una pérdida de tiempo. En vez de aprender, indagar o empujar hacia una verdadera conversación sobre el papel de la prostitución en la sociedad, y la discriminación sufrida por sus trabajadoras, Yamada se conforma con lanzar preguntas y abusar de sus personajes.

“Life: Untitled” forma parte de la selección On Demand de Fantasia Fest 2020.