El director Dani de la Orden tuvo un fallo ligero el año pasado con la película “Organizadora de Bodas”, sin embargo, este año y junto a Netflix trae “Loco por ella”, que habla acerca de las dificultades amorosas y sociales de tener una — o varias — enfermedades mentales, todo bajo un concepto cómico, ágil y con personajes carismáticos.
Un joven periodista llamado Adri (interpretado por Álvaro Cervantes, sí, el mismo que dio vida a Pollo en “Tres Metros Sobre el Cielo”), pasa una noche alocada y de ensueño con Carla (Susana Abaitua). Al tratar de encontrarla en días siguientes, él descubre que ella es paciente de un hospital psiquiátrico, por lo que su enamoramiento lo lleva a también internarse y tratar de sacarla de ese lugar. La historia tiene una estructura básica: chico desagradable conoce chica, se enamora, la busca, la encuentra y enfrenta retos que lo deben hacer cambiar para lograr lo que quiere. Sin embargo, la propuesta es valiosa por cómo se presenta.
Los personajes internados en el hospital (de los que hay que resaltar a los encarnados por Abaitua y Luis Zahera) tienen sus propios problemas: desde depresión, bipolaridad y esquizofrenia, hasta dificultades sociales como la inseguridad en el amor y la convivencia con los hijos. Esto hace que cada escena se disfrute cómica y reflexivamente; el director no juzga ni se mofa con tal de hacer reír (como pasa en las gloriosas comedias mexicanas), más bien estructura todo de forma efectiva y natural mediante diálogos e interacciones.

Esta conexión con los personajes permite pasar por alto todas las inconsistencias narrativas, como lo son las coincidencias (cual Cenicienta, la protagonista deja una chamarra al irse, en vez de la zapatilla), las incongruencias (¿cómo es posible que los internos no puedan salir en el día, pero por la noche hasta se vayan de fiesta en automóvil?) o las exageraciones (como una persecución en autos que se transforma en una secuencia de “Misión Imposible” con toques de “Madagascar 3”).
El cómo se aborda el tema del amor continúa con la convención romántica y típica de las comedias de este tipo vistas en el cine y últimamente en las pantallas chicas: existe una idealización de la persona junto a nosotros; nada es imposible porque el sentimiento lo puede todo; el único final admitido es el feliz. Esto resulta, a fin de cuentas, efectivo y disfrutable para el espectador. Por otro lado, es importante señalar el contraste: sí hay idealización, pero también pizcas de realidad, puesto que los diálogos exponen problemáticas referidas a las condiciones mentales y su interacción en un ambiente afectivo, donde algunas decisiones, actitudes o declaraciones pueden ser volátiles.
Aunque definitivamente “Loco por ella” no se convertirá en referencia del género o de la plataforma de donde es originaria, no cabe duda que por todo lo señalado anteriormente, además de su efectivo soundtrack y consistente ritmo, la película es un producto ampliamente disfrutable, generador de conversaciones y garantía de unas cuantas sonrisas.
“Loco por ella” ya se encuentra disponible en Netflix.