En su largometraje debut “Mutt”, el director chileno-serbio Vuk Lungulov-Klotz nos muestra una historia coming-of-age sobre la experiencia post-transición a través de los ojos de Feña (Lío Mehiel), un joven latino trans que está a punto de vivir 24 horas muy complicadas.
Todo comienza cuando Feña se encuentra a su exnovio John (Cole Doman), con quien sostuvo una relación antes de hacer su transición. Después de una noche un tanto incómoda a su lado, Feña debe prepararse para recibir a su distanciado padre chileno (Alejandro Goic) en el aeropuerto. Sin embargo, entre la resaca, el mal sabor de boca que le dejó el encuentro con John y la necesidad de buscar un carro para recoger a su padre, Feña también debe reconectar con Zoe, su hermana menor quien acaba de huir de casa.
El guion de Vuk Lungulov-Klotz hace flaquear a “Mutt” en algunas ocasiones, pues además de diálogos acartonados que van directo al grano en vez de apoyarse en subtexto, ciertas ocurrencias y obstáculos en el día de Feña, como un accidente en el torniquete del metro o un ignorante comentario en un baño, son utilizados para abordar algún aspecto de la experiencia trans, pero su posicionamiento en la narrativa se siente artificioso. Sin embargo, también hay muchas cualidades en la escritura, que combinada con una sensible dirección, nos regala momentos íntimos y conmovedores que sacan adelante la película.
Cada encuentro (con exnovio, padre y hermana) es como una ventana a la vida de Feña a través de la cuál aprendemos sobre su pasado, pero también vislumbramos su futuro, pues en cada conversación, discusión o silencio, Feña se está comprendiendo mejor a sí mismo y reensamblando partes de su vida.
Pero acceder a esa ventana no es fácil, pues Feña tiene preparada una barrera contra cada una de estas tres personas, y eso le agrega matices al personaje principal, hecho que a su vez permite florecer al filme. Aunque a veces lo hace de manera inorgánica, la película retrata la ignorancia cotidiana que Feña debe soportar como persona trans, pero no simplemente la victimiza, sino que nos permite ir más allá de la unilateralidad. Para este fin, una relación es clave: en un principio, parece que la historia entre Feña y John se encamina hacia el cliché, pero Lungulov-Klotz subvierte expectativas al revelarnos más información sobre su ruptura en donde comprendemos los defectos y errores que Feña ha cometido en el camino, mismos que nunca son retratadas con malicia, sino como una consecuencia natural de tener que vivir en un mundo intolerante.
Este desarrollo narrativo cobra mayor fuerza gracias al excelente trabajo actoral. Lío Mehiel (“WeCrashed”) nos regala una actuación cautivadora que plasma con precisión sentimientos de frustración, sin llegar a excesos, para comunicar la posición emocional de Feña. Cole Doman (“Starfuckers”) no se queda atrás y utiliza sus expresivos ojos para darle vulnerabilidad y penetraste honestidad a su John. Y la pieza fundamental de esta ecuación es un excelente Alejandro Goic, quien fresco de habernos regalado una magistral actuación en “Blanquita”, repite la hazaña como un padre que ama a su hija y quiere ser parte de su vida, pero que también arrastra un legado conservador latinx y se siente confundido; afortunadamente sus preocupaciones vienen desde un lugar de profundo amor.
Y es ese amor, plasmado de diversas maneras, el sentimiento que le da vida a “Mutt”, una película honesta, melancólica y esperanzadora sobre un joven luchando por integrarse completamente a un nuevo mundo a partir de la paulatina recolección de pequeñas piezas de su pasado. Un debut muy destacado de Vuk Lungulov-Klotz.
“Mutt” forma parte de la sección Generation 14plus de Berlinale 2023.
Imagen de portada cortesía de THE PR FACTORY.