Cuando se estrenó “X”, el homenaje al slasher clásico del director Ti West, se anunció inmediatamente que una precuela sobre la perturbadora villana de la película estaba en camino. Así surgió “Pearl”, donde el director y la actriz Mia Goth toman nuevos riesgos creativos y crean una película muy diferente a su predecesora: una interesantísima mezcla de terror y cine clásico que lleva a esta saga por un camino original e inesperado.

Pearl (Mia Goth) es una joven cuyo esposo (Alistair Sewell) se encuentra peleando en la Primera Guerra Mundial. Mientras tanto, ella sueña con ser una gran estrella, pero su realidad es otra: vive en una granja y su única audiencia son los animales, entre ellos su cocodrilo Theda. Su madre (Tandi Wright) cruelmente le recuerda sus labores domésticas, entre ellas cuidar a su padre (Matthew Sunderland), quien está paralizado a causa de la polio. Sin embargo, Pearl está convencida de que se merece fama y fortuna, y hará lo que sea para conseguirlas.

En los años 50 fueron muy populares los melodramas domésticos, historias llenas de emoción e intriga en las cuales amas de casa eran sorprendidas por un amor prohibido que las sacaba de la monotonía de sus vidas. El maestro de género fue Douglas Sirk con clásicos como “All That Heaven Allows” o “Magnificent Obsession”, y a lo largo de los años varios autores han emulado su estilo, como Clint Eastwood con “Los puentes de Madison” o Todd Haynes con “Far From Heaven”. El director Ti West ahora toma este concepto y nos da una increíblemente original idea: ¿qué tal si la protagonista de uno de estos melodramas fuera una asesina psicópata?

“Pearl” toma todos los elementos de estos dramones y los traslada a un universo de terror. El resultado es una mezcla bellísima y perturbadora donde West muestra una capacidad increíble para fusionar ambos tonos de forma consistente. Con una melodiosa y estridente banda sonora, y una atmósfera teatral perfectamente orquestada para este propósito, esta precuela nos lleva a un perturbador universo de fantasía.

Uno de los puntos más fuertes es la excelente fotografía de Eliot Rocket, quien emula el estilo del technicolor y logra imágenes vivas y perturbadoras que capturan el estado mental de su personaje. Así como las películas a las cuales homenajea, la historia se mantiene contenida principalmente en la casa, un espacio que es tanto prisión como refugio de la protagonista, pero Rocket siempre encuentra formas de sorprendernos y dar una vibra de ensueño o pesadilla según se requiera. Si en “X” jugó con distintos formatos para emular elementos clásicos del slasher setentero, acá da un trabajo mucho más fino, que juega con la delicadeza exigida por las convenciones impuestas por West y con lo perturbador del terror.

Pero ningún melodrama doméstico está completo sin una ama de casa en busca de aventuras, y Mia Goth es más que perfecta para el papel de Pearl, la anciana asesina de “X” (la cual fue igualmente interpretada por Goth). Además de protagonizar la película, Goth escribió el guion junto con West, y su conocimiento del personaje se nota: en una interpretación soberbia, Goth se transforma en otra persona frente a la pantalla y nos ofrece una villana a la cual podemos entender pese a sus inhumanas acciones. 

El deterioro psicológico de Pearl es transmitido a la perfección, así como sus fantasías por saltar al estrellato y convertirse en una gran celebridad. Goth va al extremo sin nunca verse falsa o traicionar el tono de la película: aunque su papel requiere gritos histriónicos y llanto descontrolado, también exige encontrar humanidad en un monstruo, algo que la actriz logra perfectamente, sobre todo en un impresionante monólogo de casi 8 minutos en casi una sola toma.

Sumado a esto, el director nos da más de un homenaje al cine clásico para los cinéfilos más aguerridos, pero bajo su propia lupa tergiversada. Hay, por ejemplo, una incómoda referencia al “Mago de Oz”, o el nombre de la cocodrilo es en honor a Theda Bara, una de los primeros símbolos sexuales de la era muda del cine. De esta manera West le da un giro macabro a los sueños producidos por Hollywood y a la fama que éste promete.

Si con “X” Ti West y Mia Goth llamaron la atención de los fanáticos del terror, con “Pearl” muestran la capacidad del género para llegar a territorios inexplorados y fascinantes. Si siguen así con la siguiente entrega en esta saga, “Maxxxine”, podrían cerrar con broche de oro una de las trilogías más interesantes en el terror moderno.

“Pearl” se estrena en cines mexicanos el 16 de febrero.