A veces, crecer puede ser difícil. Cuando entramos en la adolescencia el mundo se transforma completamente y nosotros con él. Experimentamos cambios físicos y emocionales de manera constante y damos los primeros pasos hacia la persona en la cual nos convertiremos en la adultez. Sí hay alguien en Hollywood que ha entendido eso y lo ha sabido llevar a la pantalla, esa debe ser la directora y animadora Domee Shi, quien, tras ganar el premio Oscar a Mejor Cortometraje Animado en 2019 con “Bao”, regresa a nuestros hogares con “Red”, vigésima quinta película de Pixar, una hermosa cinta sobre amistad, las complicadas relaciones familiares y, principalmente, lo extraño de crecer y encontrarse a uno mismo.

Desde “Bao” Domee Shi ya mostraba su interés por temas tan cotidianos como las relaciones familiares, especialmente con madres sobreprotectoras, y también su gusto por antropomorfizar objetos inanimados (en esa ocasión se trataba de un dumpling) y en “Red” encontramos  esos mismos elementos.  Aquí conocemos la historia de Mei (con la voz de Rosalie Chiang), una niña chino-canadiense de 13 años, quien lleva una vida normal balanceando como puede sus calificaciones, el tiempo con sus amigas y sus deberes en casa con su madre Ming (Sandra Oh), los cuales consisten en ayudar a mantener y promocionar el antiguo templo de su familia dedicado a sus ancestros quienes, según la leyenda, adoraban a los pandas rojos; las cosas se complican cuando Mei, después de reprimir sus emociones para no romper ese papel de “hija perfecta” ante los ojos de su madre, despierta un día para descubrir que ante cualquier emoción fuerte experimentada por su cuerpo se transforma en un gigantesco panda rojo, el cual desaparece cuando logra calmarse.

Sí la trama no ha logrado convencerlos de ver la cinta, la increíble animación lo hará. Cada cuadro de la película rebosa de color y hermosos diseños. La ciudad de Toronto, en donde sucede la acción de la historia, luce increíble bajo el ojo de los animadores de Pixar; puede que el resultado no sea tan inmersivo como en otras cintas del estudio, pero la atención al detalle se nota en todos los fotogramas. Por otro lado, el diseño de personajes se aleja del estilo al cual nos tenía ya tan acostumbrados el estudio que, en esta ocasión,  se va por formas más redondeadas (en muchos sentidos similares a las usadas en “Bao” o “Luca”) y eso ayuda a crear expresiones más exageradas y caricaturescas, lo cual va perfecto con la historia.

El viaje de Mei, y cómo se va descubriendo a sí misma, se va construyendo lentamente. La directora nos muestra todas las aristas de su vida: su comportamiento y desempeño escolar, su personalidad con sus amigas, las cosas que le gustan, las primeras punzadas de amor y su vida familiar. Somos testigos de cómo la niña disfruta por igual cada pequeña parte de su vida pero también se nos hace conscientes de esas emociones reprimidas para no fallarle a su madre. Cuando Mei por fin se transforma en panda es cuando deja salir todos esos sentimientos y emociones guardadas; su mundo se vuelve más divertido y colorido (ojo a los distintos tipos de animación usados por aquí y por allá a lo largo de la cinta) y también vemos  cómo sigue escondiéndose de cierta manera ante la posible decepción de su madre si descubre su verdadera personalidad. Este importantísimo punto evidencia como todos usamos distintas máscaras dependiendo del círculo en el cual nos encontramos, al final somos seres con emociones complejas; esa transformación es una metáfora perfecta de la adolescencia que coloca a la protagonista en un cuerpo ajeno al suyo, el cual es difícil de controlar, y esto ayuda a volver más universal la historia: muchas personas pueden identificarse con esos cambios al recordar sus propias experiencias y cambios.

La película transmite, con ayuda de la metáfora del adorable panda, ese mensaje sobre siempre ser tú mismo, sobre no guardarse nada y expresarlo ante el mundo, pues siempre habrá alguien ahí para respaldarte y quién mejor que los amigos y la familia para hacerlo. “Red” es una cinta poderosa para todas las audiencias, divertida y también bastante tierna (no faltarán las lágrimas para algunos, como ya es costumbre en Pixar).

“Red” ya se encuentra disponible en Disney+