¿Te gustaría ver una película con coreografías alucinantes que desafían las leyes de la física, protagonistas invencibles, un tremendo bromance que sobrepasa el homoerotismo de “Top Gun”, un sinfín de poses heroicas, hombres blandiendo motocicletas en el aire como si fueran espadas, orgásmicos números musicales y guerreros luchando junto a tigres? Si te gusta por lo menos una de estas cosas, prepárate porque “RRR” es una inigualable experiencia cinematográfica que tiene todo eso y mucho más. 

Rise Roar Revolt (Levántate, Ruge y Rebélate) es el significado del acrónimo que compone el título de este filme indio de ficción histórica — el más caro en la historia del país — cuya historia se desarrolla durante la ocupación británica en 1920 y gira alrededor de dos hombres, ambos basados en figuras revolucionarias reales, con misiones distintas pero con esencias similares: luchar contra sus opresores. 

Después de que el maquiavélico gobernador británico Scott Buxton (Ray Stevenson) y su despiadada esposa Catherine (Alison Doody) se llevan a la pequeña Malli (Twinkle Sharma) de una aldea gond, Bheem (N.T. Rama Rao Jr.), el protector de la tribu, emprende el viaje a Delhi para rescatarla. Pero la inminente llegada a la capital de este “protector” (cuya identidad exacta es desconocida por los británicos) pone en alerta a las autoridades; la recompensa por su captura es exactamente lo que Raju (Ram Charan), un indio revolucionario trabajando encubierto como soldado colonialista, ha estado esperando.

Un acto heroico involucrando un caballo, una moto, llamas, maniobras de locura con cuerdas y el rescate de un niño indefenso, hace que Bheem y Raju inmediatamente se conviertan en amigos inseparables. No obstante, ambos desconocen la misión personal del otro: Raju no sospecha que Bheem es el hombre que ha estado buscando bajo órdenes de la corona y Bheem no sabe que Raju es un policía capaz de todo por detener su misión de rescate.

Cada protagonista tiene una introducción espectacular. Raju combate literalmente contra miles de protestantes por sí solo con tal de obedecer una orden de su superior mientras que Bheem lucha (y triunfa) contra un tigre. Ambas secuencias de acción fácilmente podrían ser el clímax de cualquier película, pero aquí son una probadita de lo que está por venir.

Por imposible que parezca, S. S. Rajamouli supera la epicidad de su exitosa saga de “Baahubali” (ambas películas también en Netflix) para crear una cinta colosal que, a pesar de tener una narrativa predecible, se desarrolla a ritmo endemoniado bombardeando sin cuartel tus sentidos con explosivas escenas de acción, giros locos y deslumbrantes números musicales. Y esto se logra sin agotar o agobiar: “RRR” te envuelve en su locura y majestuosidad durante sus inolvidables 182 minutos.

Dicen que “los excesos son malos” pero en el caso de “RRR” esa idea no aplica. Aquí, todos los excesos funcionan para darle una cualidad singular al filme entero. Todo es grande en el mundo de Rajamouli, desde un estrechón de manos hasta una escena de latigazos. La unidimensionalidad malvada de los villanos británicos es utilizada al máximo para exacerbar sentimientos patrióticos y hacerte amar a los héroes protagónicos. Las escenas de acción están repletas de pinceladas tan exageradas como creativas que son fuente de emoción o risas; su ejecución siempre conduce exitosamente hacia el entretenimiento de la audiencia. Y aunque el CGI puede llegar a lucir falso, eso no importa porque es utilizado con tremenda efectividad para montar escenas épicas que te obligan a ignorar cualquier defecto de realismo. ¿Qué importa si una manada de animales se ve falsa cuando están rugiendo junto a nuestro protagonista en una inolvidable emboscada contra el enemigo?

N.T. Rama Rao Jr. (también conocido como Jr NTR) y Ram Charan son absolutas estrellas que devoran la pantalla. Charan luce como un pateatraseros apuesto con fuego en los ojos, mientras que Jr NTR, además de utilizar con sapiencia su expresiva mirada, cuenta con una cálida cualidad de cercanía; el hombre luce como un hombre ordinario que bien podría ser tu amigo o familiar, pero que es capaz de transformarse en un guerrero en un abrir y cerrar de ojos. Y el carisma que tienen en conjunto provee un sinfín de momentos memorables, siendo el más grande de ellos el número musical de “Naatu Naatu”: perfección cinematográfica que te volará la cabeza.

El bromance entre Bheem y Raju desborda sensibilidad y a pesar de que la película deja en claro que ambos personajes son heterosexuales, los tintes homoeróticos presentes en el desarrollo de su relación son innegables — esta cualidad es clave para inyectar emocionalidad al filme y dar paso a una empatización más profunda con sus personajes. La bomba de tiempo narrativa relacionada a una inminente traición, literalmente telegrafiada por una canción que se repite a lo largo del filme, genera drama e inversión emocional en sus historias. 

En su inventiva representación histórica, el guion de S. S. Rajamouli aborda temas de lealtad, amistad, patriotismo, resistencia y convicción. Y para hacerlo, utiliza numerosas conveniencias narrativas en el camino, mismas que rayan en lo ridículo sin alienar a la audiencia; son generadoras de más entretenimiento bombástico. Claro, también es fácil ignorar las incoherencias del guion cuando son compensadas por secuencias delirantes, tales como Raju y Bheem literalmente formando una especie de Megazord humano para continuar pateando trasero británico.

La gran decepción relacionada con “RRR” radica en no poder verla en cines. Su llegada a Netflix se agradece, pues es probable que de ninguna otra manera hubiera llegado a México y Latinoamérica, sin embargo, es imposible no sentir envidia por aquellas personas que tuvieron el placer de vivir esta experiencia en la pantalla grande junto a un público eléctrico. Si yo me levanté de mi silla y rugí de emoción muchas veces mientras veía todo esto en casa, no me imagino la energía de una sala de cine llena respondiendo de igual manera.

“RRR” es una bestia cinematográfica poblada por un imaginario tan desquiciado como emocionante que integra orgánicamente acción, risas y romance en un paquete masivo de diversión garantizada. 

“RRR” ya se encuentra disponible en Netflix.