Con aires de cuento de hadas, “Scarlet” (“L’Envol”) es una pieza socialista sutil y encantadora en donde el cineasta italiano Pietro Marcello (“Martin Eden”) plasma una entrañable historia entre padre e hija al tiempo que explora temas de feminidad y forcejeo artístico del proletariado.

Adaptando vagamente el libro “Scarlet Sails” del escritor socialista y antimilitarista Alexander Grin, Marcello nos presenta la historia de Raphaël (Raphaël Thierry), un hombre que regresa a casa en la ruralidad francesa tras luchar en la Primera Guerra Mundial para encontrarse con la noticia de que su esposa ha muerto debido a una desagradable tragedia involucrando a alguien en el pueblo. 

Pero Raphaël también descubre que es padre de la pequeña Juliette a quien cría con amor y apoyo de Madame Adeline (Noémie Lvovsky, tremenda), una amistosa y férrea viuda. La soberbia edición de Carole Le Page y Andrea Maguolo nos transporta a lo largo de varias décadas y hechos importantes en la vida de esta pequeña familia que debe soportar conflictos y odio inmerecido de los pueblerinos. Durante esta primera parte de “Scarlet”, Marcello se asegura de observar cuidadosamente el talento de Raphaël como artesano haciendo pequeños milagros con la madera. 

Finalmente, la película cambia de eje para convertir a Juliette (Juliette Jouan), ahora una inteligente y tenaz joven, en su protagonista. Con movimientos de cámara en mano que inyectan naturalismo, montajes efectivos y el hermoso score de Gabriel Yared, “Scarlet” tiñe de magia a su historia mientras seguimos a Juliette cantando en el bosque y encontrando el amor, pero también siendo acechada por el peligro y perdiendo de vista a aquello que ha alimentado a su familia por años: sueños y esperanza.

Esta transición, del protagonismo de Raphaël al de Juliette, es marcada con fuerza cuando esta última visita la tienda que por años proveyó sustento a su familia. Aquí, se entera de que los hermosos juguetes de madera de su padre han perdido valor frente a los nuevos juguetes eléctricos. Marcello primero nos presentó al artesano para, a partir de aquí, explorar de manera sutil cómo éste forcejea con la carencia de reconocimiento por su entorno. La utilización de pietaje de archivo colorizado es un valioso apoyo visual para este fin.

“Scarlet” es un filme de muchos y valiosos contrastes. Tenemos una tranquila vida doméstica frente al progreso del mundo; al cuento de hadas en el bosque frente a la realidad opresora y patriarcal del pueblo; a la apariencia tosca de Raphaël frente a la delicadeza de su arte. Brillante dirección de casting y actuaciones son pilares para la efectiva ejecución de todo esto. A pesar de su enorme y áspera figura, Raphaël Thiery es un osito tierno y amoroso que recuerda al André el Gigante de “The Princess Bride”. Es un contraste en relación a Juliette Jouan, quien tiene una apariencia encantadora, como de princesa de cuento de hadas, pero que, a través de su actuación, evoca el fuego y corporeidad que la apariencia de Raphaël sugiere.

Un apuesto aviador (Louis Garrel) cae del cielo para desafiar toda noción de que los sueños son incumplibles, sin embargo, el cierre del arco de Juliette carece de la magia ofrecida por los ciento y pico minutos anteriores. “Scarlet” funciona a toda máquina cuando Marcello plasma, siempre con asombrosa ligereza y encanto, los complejos sentimientos negativos relacionados a la vida artística; el sentirse incomprendido y la decepción de no poder vivir de tu arte en un mundo que se mueve hacia dirección ajenas a tus ideales. 

A pesar de su genialidad como escritor, Alexander Grin murió en pobreza extrema debido al contraste tonal entre su trabajo y la literatura soviética popular de su época. Al adaptar su obra, de alguna manera Marcello hace un homenaje a su figura e intenta comprender su forcejeo artístico. Pero no lo hace a través de pornomiseria: hablada en francés, con cautivadora estética a la italiana y hermosas canciones, “Scarlet” utiliza sus valores de cuento de hada como diferenciadores, generando esperanza y calidez a partir de la esperanza de una familia soñadora.

“Scarlet” o “L’Envol” tuvo su estreno mundial en el Festival de Cannes 2022 en donde abrió la Critics’ Week 2022.