Qué fácil es manipular la historia y olvidar. En mayo del año pasado, el conflicto entre Israel y Palestina volvió a acaparar titulares debido a la salvaje ofensiva militar lanzada por Israel en la franja de Gaza que resultó en más de 1,900 heridos y la muerte de 260 personas, incluyendo 67 niños. El gobierno israelí utilizó las redes sociales para defender sus acciones y hacer ver a Palestina como los agresores. Ésta es una conducta común de un estado que históricamente se ha dedicado a esconder sus atrocidades para proteger la imagen de pureza moral que supuestamente conformó las bases de su fundación. Compitiendo en la sección de Cine Mundial de Sundance 2021, “Tantura” de Alon Schwarz explora este legado a través de la masacre de Tantura, misma que continúa siendo negada por el estado de Israel.
Para conducir el documental, Schwarz emplea la ayuda de Theodore “Teddy” Katz, investigador que en 1998 publicó una tesis apoyada por decenas de soldados árabes e israelís entrevistados que proveyeron testimonios de las atrocidades cometidas en Tantura en 1948 durante la guerra árabe-israelí. Al salir a la luz, la tesis causó revuelo y convirtió a Katz en un enemigo de Israel; hubo una demanda y el estado hizo todo lo posible por destruir su credibilidad, incluso recurriendo a tácticas de intimidación y rehusándose a escuchar las grabaciones de los testimonios. “Ten cuidado. Si vas a hacer una película, te van a cazar como a mí”, advierte Katz a Schwarz al inicio del filme.
Y precisamente, el director utiliza las 140 horas de testimonios grabadas por Katz para darle luz a la limpieza étnica e intentar obtener respuestas y opiniones de veteranos israelíes de la guerra y de la jueza que se negó a darle un proceso justo a Katz. Ver sus reacciones al escuchar estas grabaciones es tremendo: hay vergüenza, ojos nerviosos, intentos de justificaciones y confesiones de los actos de crueldad; también hay negación o renuencia de aceptar la verdad. “Si lo vi, no me acuerdo”, dice uno de ellos.
Schwarz utiliza todas estas entrevistas para formar una especie de rompecabezas de lo sucedido en Tantura, revelando así las formas en las que se llevó a cabo la matanza y los perturbadores actos de tortura y violación ahí ocurridos.
Además de las grabaciones originales obtenidas por Katz y las entrevistas, el soporte audiovisual de “Tantura” consiste en fotos y pietajes restaurados nunca antes vistos, así como recreaciones muy bien integradas al filme; por lo menos yo, nunca pude identificarlas y eso habla de un gran trabajo de dirección y edición.
El personaje de Teddy Katz es clave como conductor emotivo de esta historia. Es un hombre que al intentar hacer el bien y luchar por justicia a través de una magnífica investigación periodística, se encontró con todo un país en su contra; fue tachado de mentiroso y arrebatado de su dignidad por decir la verdad. Schwarz nos muestra los estragos psicológicos que tal carga ha tenido en Katz, creando empatía hacia él y una poderosa catarsis con respecto al potencial poder del documental para reivindicarlo y buscar justicia por los crímenes israelíes.
Pero el filme no se queda con lo ocurrido en Tantura, pues Schwarz aprovecha la relevancia de dar a conocer la masacre para explorar la manipulación de la historia por parte de Israel, sus valores morales y el ímpetu por conservarlos.
La guerra de 1948 derivó en la expulsión de miles de palestinos de su propio territorio, un hecho conocido como Nakba (“catástrofe”), pero con el objetivo de conservar su legado moral, Israel dice que los árabes se fueron por voluntad propia. Y es esta verdad la que se le instruye al pueblo. El Nakba es tabú en el país. Esta corriente es amplificada y justificada por los veteranos de guerra entrevistados, pues muchos de ellos prefieren ignorar y olvidar; en parte para evitar sentir culpa y revivir el trauma de la historia, pero en sus palabras también queda claro que la manipulación del gobierno ha funcionado.
La excelente edición y el ritmo narrativo permite crear una transición orgánica entre enfoques, creando así un entendimiento completo del conflicto. Asimismo, el posicionamiento de entrevistados a lo largo del documental crea contrastes despertadores de potentes emociones como impotencia y rabia: por un lado, tenemos a académicos explicando la importancia de buscar reconocimiento de la masacre y por el otro, a sujetos desagradables riéndose de los acontecimientos o insultado a Katz.
“Tantura” es un visionado encolarizante que deja en claro los peligros de llegar a extremos ideológicos. Es un estudio convincente de las tácticas utilizadas por un estado para ocultar su pasado y manipular a su población, pero también es un poderoso faro de luz que busca conducir a audiencias hacia la impartición de reconocimiento, reconciliación y justicia. Schwarz lucha por darle visibilidad al pasado porque sin estudiar y aprender de los errores de nuestra historia, estamos condenados a repetirlos.
“Tantura” tuvo su estreno mundial en el Festival de Sundance 2022.
Imagen de portada por Yonathan Weitzman. Cortesía de Reel Peak Films.