El debut cinematográfico de la directora belga Veerle Baetens, “When It Melts”, es un espécimen difícil de abordar: por un lado, no queda duda de su efectividad e impacto, así como de su capacidad para provocar; por otro, es un trabajo que retrata una existencia tan deprimente que la experiencia deja un sabor de boca amargo. Entre la reflexión y la tristeza, este interesante trabajo es difícil de ver, pero sin duda permanece en la memoria.
Eva (Charlotte De Bruyne) es una mujer adulta sin relaciones sociales más allá de su hermana, Tess (Amber Metdepenningen) y su pequeña tortuga. Cuando ésta se muda, Eva regresa a su ciudad natal para enfrentar los fantasmas del pasado y darle cierre a un acontecimiento que cambió su vida.
Cuando era niña (interpretada por Rosa Marchant), ella y sus dos mejores amigos, Tim (Anthony Vyt) y Laurence (Matthijs Meertens), eran inseparables: juntos iban en bicicleta por la ciudad y se hacían llamar los tres mosqueteros. Con una madre alcohólica (Naomi Velissariou) y un padre distante (Sebastien Dewaele), sus amigos eran como su familia. Sin embargo, el despertar sexual de los jóvenes complicó la situación.
El guion y la dirección se encargan muy bien de mantener oculto el misterio: hasta los últimos momentos no es claro qué le ocurre a Eva, cuya actitud callada y reservada contrasta mucho con la niña feliz y ávida de atención de los flashbacks. Aunque este acercamiento puede resultar desesperante, queda bien justificado al final, y tanto De Bruyne como Merchant dan buenas interpretaciones y son convincentes como versiones distintas de la misma persona.
Una buena porción de la película recae en un juego en el cual los adolescentes tienen que adivinar la respuesta a un acertijo: esta parte es un poco complicada, pues si el espectador conoce la resolución de antemano ya se puede hacer una idea de por dónde va la película. Aún así, Baetens no deja todo el peso del giro en este aspecto y tiene suficientes trucos bajo la manga y un brutal tercer acto para sorprender.
El mayor acierto del trabajo es mostrar de manera exitosa los efectos que los traumas provocados en la niñez tienen en la vida adulta y cómo nunca realmente se van. Aunque a veces puede decirse que peca de ser cruel con su protagonista, el mensaje es claro y se queda tatuado en la mente del espectador. Baetens logra su objetivo, pero vale la pena cuestionar si hay formas menos agresivas de transmitir el sufrimiento a la audiencia y no tomar la ruta más sencilla de apelar a la violencia.
Aun cuando algunas decisiones de dirección carecen de sutileza, “When It Melts” deja un hueco en el estómago y tiene un discurso importante sobre la crueldad adolescente y sus consecuencias en la vida de los afectados.
“When It Melts” tuvo su estreno en el Festival de Sundance 2023, en donde compite en la categoría World Cinema Dramatic Competition. Imagen de portada cortesía de THE PR FACTORY.