“Hace tiempo… Había un hombre ojibwa, que se enfermó y vagó por el Oeste”, son las primeras palabras que aparecen en “Wild Indian”, largometraje debut del director Lyle Mitchell Corbine Jr.. Son palabras que, en un principio, parecen insignificantes pero que resuenan con fuerza en la historia del filme y de su propio creador. Su origen podría venir de una leyenda potawatomi sobre la unión de los pueblos odawa, potawatomi y ojibwe, misma que habla sobre un padre ojibwa que, tras el asesinato en batalla de sus 10 hijos, viaja al oeste con la intención de morir, pero pronto se encuentra a padres potawatomi y odawa en la misma situación; en esta reunión encuentran paz y unión para sí mismos y sus pueblos. 

El protagonista de “Wild Indian” es también un hombre enfermo que vaga por el Oeste. La diferencia con la leyenda potawatomi, es que este hombre está enfermo de culpa y no encuentra paz porque un secreto lo consume. 

Makwa (Phoenix Wilson) es un joven anishinaabe que todos los días llega a la escuela con moretones. Se rehúsa a contar la verdad. Un día, durante una caminata junto a su amigo Ted-O (Julian Gopal), su resentimiento explota y un inocente es la víctima. Los jóvenes encubren el crimen juntos, pero Makwa parece fríamente desconectado de lo que acaba de hacer. 

Años después, Makwa se hace llamar Michael (Michael Greyeyes) y ha vagado hasta California, en donde es un exitoso hombre de negocios y vive en un lujoso hogar con su esposa e hijo. Es una vida contrastante a la que ahora lleva su cómplice Ted-O (Chaske Spencer), quien -— a diferencia de Michael — parece estar decidido a enfrentar la verdad de su pasado. Pero otro giro oscuro aguarda en las vidas de Micahel y Ted-O.

Filmado con gran confianza por Corbine Jr., este es un relato cautivador que constantemente te hace cuestionar los motivos de sus personajes, en particular el de Michael. ¿Qué es lo que esconde detrás de esa mirada fría? Seguir a este hombre por la película es tan fascinante como inquietante; tiene una clara inclinación hacia la violencia, nunca sabes exactamente cómo va a reaccionar ante una situación y parece haber dejado atrás su herencia indígena. Juega golf, busca poder y celebra sus logros en el trabajo con su amigo blanco y lamebotas (interpretado por Jesse Eisenberg, también productor ejecutivo). Con el transcurso de las escenas, Michael parece ser consumido por una fuerza sobrecogedora y Michael Greyeyes está ahí en cada paso, entregando una actuación callada, aterradora e intensa que te deja pensando por días. 

Son también poderosos los momentos que pasamos junto al Ted-O de Chaske Spencer. Mientras Michael exhibe un temperamento glacial, Ted-O llena de calor las escenas. Es un hombre recién salido de la cárcel, que tiene profundas cicatrices emocionales, pero la intención de curarlas. Spencer imprime gran emotividad al personaje; es un alma trágica y torturada con quien empatizar rápidamente.

Apoyada por las extraordinarias actuaciones de Spencer y Greyeyes, “Wild Indian” es una desgarradora observación de los penetrates estragos de la culpa y un absorbente estudio de autodesprecio logrado a través de la examinación de un hombre cuya máxima aspiración es desear que su hijo “sea normal. Y bueno”. Un hombre que jamás podrá encontrar la paz que alguna vez tuvieron sus ancestros.

“Wild Indian” forma parte de la sección U.S. Dramatic de Sundance 2021.