Podríamos decir que un otaku es alguien muy obsesionado con computadoras, anime, u otro fenómeno de la cultura pop en Japón, pero seamos honestos, ese término no inspira respeto. El mundo sigue viendo en una luz negativa a toda aquella persona que se defina como ‘otaku’ y muchas veces se les asocia con cualidades antisociales. “Wotakoi: Love Is Hard For Otaku” aprovecha la ideología alrededor de este concepto para contar una historia de amor bastante original.

Narumi (Mitsuki Takahata) es una otaku determinada a ocultar su obsesión con el manga yaoi. Pero en el primer día de su nuevo trabajo se encuentra con Hirotaka (Kento Yamazaki), un amigo de la infancia y gamer otaku que conoce todo sobre su hobbie. Hirotaka acuerda con Narumi nunca revelar su secreto en público, pero tras algunas salidas juntos en las que intentan olvidarse de sus aficiones, Hirotaka comienza a enamorarse. Desafortunadamente para el joven gamer, a Narumi no le gustan los otakus.

El filme es una adaptación de un manga del mismo nombre y aquí, el director Yuichi Fukuda (“HK: Forbidden Superhero”) le imprime su sello cómico y va un paso más allá insertando actos musicales. Las actuaciones son exageradas (muy al estilo de un manga), hay caricaturescos efectos de sonido para acompañar las expresiones de la protagonista, y el guión tiene abundantes referencias, muchas de las cuales definitivamente no entendí. Supongo que alguien adepto al manga las apreciará mucho más, no obstante, hay buen humor para el espectador casual.

La dinámica entre los protagonistas es muy extraña. Narumi es como un personaje de anime traído a la vida y literalmente corre como Naruto; la interpretación de Mitsuki Takahata (“The Travelling Cat Chronicles”) es fenomenal y enérgica. Hirotaka es muy callado y completamente inexpresivo: su cara no cambia.  Detrás de estas excentricidades hay dos personas que desean amar y ser amados. Al principio es divertido ver las interacciones de esta parejita y la manera en cómo Hirokata exhibe su enamoramiento sin mostrar sentimiento físico alguno. Lamentablemente, esto se vuelve tedioso rápidamente.

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La primera mitad de “Wotakoi: Love Is Hard For Otaku” es encantadora. El aspecto musical se siente fresco, la historia de amor es prometedora y el humor funciona. Me gusta también cómo se aborda la torpeza social de Narumi y su sutil desesperación por encontrar amor en un mundo que ve a los otaku como seres extraños.

Pero en su segunda mitad, Fukuda es incapaz de mantener el ritmo y la película se cae a pedazos. El romance entre Narumi y Takahata no se desarrolla adecuadamente y Fukuda nunca explica convincentemente los sentimientos de amor de Takahata, quien también es un enorme obstáculo en el desarrollo de la trama. ¿Cómo empatizar con un robot sin expresiones? El chiste del chico serio enamorado se gasta rápidamente y lo que queda es un ser vacío y carente de empatía.

Al principio es divertido ver los números musicales son sus referencias a videojuegos RPG y bailarines usando cosplay, pero Fukuda comienza a abusar de ellos. Hay un punto en el que tienes que aguantar cerca de cuatro canciones en 15 minutos, ninguna de ellas memorable o con alguna cualidad destacada. Al momento de escribir esto, no puedo recordar ni una canción. Tristemente, el aspecto musical termina siendo relleno innecesario.

“Wotakoi: Love Is Hard for Otaku” echa a perder todo lo bueno de su primera mitad para convertirse en una comedia romántica básica con una duración excesiva de dos horas. Las ideas están ahí y las actuaciones cumplen, pero el amor simplemente no existe en este decepcionante wannabe japonés de “La La Land”.

Esta película forma parte de la selección oficial de Fantasia Fest 2020.