Existen documentales que indagan en la mística y la complejidad de las personas y hay otros como “Justin Bieber: Our World” (en español “Justin Bieber – Nuestro Mundo”) , los cuales no agregan nada discursivamente en la caracterización del personaje, más bien solo trabajan con la emotividad y la espectacularidad de un evento, y al mismo tiempo resaltan muy positivamente a la figura en cuestión.

Esta película dirigida por Michael D. Ratner, ahonda en la preparación técnica del concierto “T-Mobile Presents New Year’s Eve Live with Justin Bieber”, el cual se celebró en plena pandemia vía streaming en la azotea del Beverly Hilton Hotel. En una hora y media, el director salta entre el concierto y el camino hacia éste, todo acompañado de declaraciones del equipo de Bieber en apoyo al cantante y su etapa de madurez. 

Uno de los aspectos que resaltan es la habilidad con la que el director se desplaza entre el concierto y la preparación; hay un recorrido tras bambalinas y se observa el arduo trabajo e incertidumbre detrás de un proyecto ambicioso y atípico dado el contexto pandémico. Con tomas que realiza el mismo Bieber, así como las emplazadas por el director, el documental va tejiendo un efectivo y agradable panorama visual, eso sin dejar de lado el entretenido acompañamiento musical con canciones clásicas como “Baby”, “Love Yourself” y “Sorry”, hasta más nuevas como “Anyone” o “All Around Me”.  

El documental evita contrastar discursos en cuanto a las negativas acciones y apreciaciones de los últimos años con respecto al cantante y mejor busca restablecer una imagen completamente positiva referida a la madurez y crecimiento personal resultado de su matrimonio con la modelo Hailey Bieber. En general, el material se encierra en un pequeño núcleo donde le es imposible cuestionar, discutir y usar la dialéctica como método de persuasión; el método que utiliza es ignorar el contexto del cantante y a los consumidores casuales, pues se concentra en la fanaticada. 

Si bien está lejos de la calidad y la emotividad de lo realizado por Jon M. Chu en “Justin Bieber’s Believe” (2013) o en “Justin Bieber: Never Say Never” (2011), no cabe duda que es una permisible nueva radiografía del personaje: ya no es el mismo Bieber, eso está claro, pero tampoco su espectacularidad mediática ni su contexto personal lo es; ya no es el mismo chico proveniente de Canadá que enamoró a una generación de chicas y chicos con su dulce y entregada personalidad. Inevitablemente cambió y creció; encontró el exceso de la fama, metió y sacó a multitudes de su vida, pero una cosa es clara, continúa dando de qué hablar y siendo un hito artístico. 

“Justin Bieber: Our World” es un documental más sobre el cantante, que aporta poco a la conversación sobre él, su vida y su trabajo, sin embargo, sería grosero dudar en el disfrute y la emoción que les puede generar a los fans de toda la vida. Un dulcecito musical con buena técnica. 

“Justin Bieber: Our World” ya está disponible en Amazon Prime Video.