Comenzó el BlackStar Film Festival, festival estadounidense enfocado en cine hecho por y para personas negras, morenas y/o indígenas alrededor del mundo, y uno de los estrenos más interesantes en su programación es La Lucha, de la realizadora Violeta Ayala (Cocaine Prison, The Bolivian Case), la primera directora quechua boliviana en ser miembro de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos. Enfocado en la caravana de personas con discapacidad que marcharon en 2016 para demandar una pensión monetaria, el documental está cargado de digna rabia, con ecos que se replican en el continente al atestiguar la protesta de cerca. 

En 2016, cientos de personas con discapacidades motrices marcharon a través de los Andes para exigir una pensión mensual de $500 pesos bolivianos (aproximadamente $1,227 pesos mexicanos), con el propósito de tener algo de dinero para vivir dignamente, al gobierno de Evo Morales. Las personas entrevistadas, entre quienes están Rosemery Guarita, Marcelo Vázquez, Feliza Alí y Miguel Mamani, resaltan el tipo de discriminación que enfrentan por parte de la sociedad y del gobierno; una pensión, por ejemplo, les permitiría pagarle a cuidadores que les apoyen en su vida diaria, además de permitirles comenzar a buscar la forma de trabajar por su cuenta. La respuesta gubernamental fue acusarles de ser agentes de la derecha con propósito de desestabilizar el gobierno de Morales, por lo que la caravana fue víctima de mucha violencia policial y estatal. 

En su cuarto largometraje, Ayala sigue de cerca a la caravana por su trayecto de más de un mes por las carreteras bolivianas, además de su estancia y manifestaciones en La Paz, con un ojo crítico a los actos gubernamentales que resalta la digna rabia de la protesta. En su sentido más literal, documenta las protestas y la violenta reacción por parte de las fuerzas armadas para denunciar la falta de protección a los derechos humanos de su país. Viéndolo desde otro país latinoamericano donde las protestas por derechos sociales y civiles también son criminalizadas, encuentro un sabor amargo al saber que las tácticas gubernamentales para minimizar, confrontar y criminalizar las luchas son iguales, independientemente de dónde vengan y por qué están luchando. 

Aunque convencional en su formato lineal y puntual, La Lucha presenta una buena línea de tiempo, acción y resolución que permite a cualquiera enterarse de esta protesta, humanizar a las personas que participaron, y conocer su histórico logro: la ley 977 de inserción laboral y de ayuda económica para las personas con discapacidades. 

“La Lucha” tuvo su estreno mundial en el BlackStar Film Festival en donde se estará proyectado de manera digital para todo el mundo el 4 de agosto (compra tus boletos aquí).