No es sorpresa que tengas muchas dudas cuando terminas de ver una película de David Lynch, pues invitan a la interpretación por su naturaleza surrealista, sello distintivo del director estadounidense. Tratar que Lynch explique sus películas es solo un callejón sin salida, pues es muy reservado y prefiere que el público se enfoque más en las sensaciones y reacciones emocionales que causan sus cintas. Lynch/Oz de Alexandre O. Philippe es un documental que compila videoensayos narrados y escritos por varios cineastas y eruditos del cine, todos indagando para encontrar una conexión entre el musical The Wizard of Oz de Victor Fleming con la filmografía de Lynch.

Siempre ha sido terreno peligroso el tratar de desenmarañar lo que quiere decir Lynch con sus cintas, así que Lynch/Oz puede sentirse como una vil especulación, principalmente en los primeros dos capítulos: Wind de Amy Nicholson y Membranes de Rodney Ascher (también director de Room 237, documental que trata de explicar los significados que oculta The Shining de Stanley Kubrick). Pero ese es el problema: tratar. Más que una interpretación lógica, parece ser un intento desesperado de encontrar cualquier conexión entre Oz y las películas de Lynch, y sin darse cuenta, estos dos capítulos se pueden resumir en que lo más importante que tomó Lynch de The Wizard of Oz fue el crear historias con la estructura del viaje del héroe, es decir, la evolución de un personaje que se embarca en una aventura para finalmente convertirse en una nueva versión de sí mismo. Pero no es algo exclusivo, gran parte de las películas existentes usan ese mismo formato, ¿entonces todas fueron inspiradas por Oz? Es también un error poner un supercut de varias cintas que usan esta estructura, pues solo alimenta la idea que la influencia de Oz no solo la tomó Lynch.

Después llega el tercer capítulo, Kindred, el cual levanta exponencialmente todo lo visto anteriormente: John Waters (Pink Flamingos, Cry-Baby) toma las experiencias personales que tuvo con Lynch para encontrar conexiones pequeñas con el musical de 1939: en vez de asegurar, usa palabras como “quizás” o “tal vez”, y reconoce que la influencia de Oz también pudo ser compartida con más cineastas y no únicamente con Lynch. El siguiente capítulo, Multitudes, narrado y escrito por Karyn Kusama (Jennifer’s Body, Yellowjackets) toma la misma pauta de Waters al usar una experiencia que tuvo con Lynch: en una proyección de Mulholland Drive, un asistente le pregunta si hay una conexión entre Oz y la cinta, y el director de responde: “no hay un solo día en el cual no piense en The Wizard of Oz”. Más que simbolismos, Kusama compara las situaciones por las que pasan los personajes de Mulholland y Oz, y cómo es que tanto los personajes como los espectadores tenemos varias versiones, o doppelgängers en el contexto de Lynch.

El dúo de directores Aaron Moorhead y Justin Benson (The Endless, Spring) y David Lowery (A Ghost Story, The Green Knight) son los encargados de cerrar el documental con los últimos dos capítulos: Judy y Dig. A pesar de que repiten varias ideas ya mencionadas en los ensayos anteriores (el uso de doppelgängers para demostrar las facetas ocultas de los personajes, la influencia de Oz en el cine estadounidense, o el enésimo ejemplo de las zapatillas rojas de Dorothy), tienen ideas en donde usan los contextos que giraban alrededor del controversial rodaje de Oz, principalmente los abusos de poder, tanto por parte de los actores como hacia ellos, la vida de Judy Garland es un ejemplo de lo último. Es también en estas alturas cuando la edición se vuelve plana, pues únicamente sirve para acompañar la narración, pero lo hace casi sin una conexión entre lo dicho y lo visto en pantalla, probablemente por la repetición de ideas.

En ocasiones abrumadora pero también impresionante, Lynch/Oz es un documental agridulce, hay instancias en donde hay metraje de David Lynch hablando de The Wizard of Oz, y con tanta exposición vista en los videoensayos, entendemos que sí, existe cierta influencia y cariño por parte de él (las comparaciones con Wild at Heart son el ejemplo más claro de esto). No obstante, puede ser un buen visionado para los fans de Lynch, sea para estar de acuerdo o en desacuerdo con lo dicho en el documental.

“Lynch/Oz” está disponible en cines estadounidenses.

Imagen de portada cortesía de Janus Films.