El artilugio de narrar una película en un único plano secuencia puede ser utilizado para muchos propósitos, algunos mejor justificados que otros. En tiempos recientes Boiling Point lo usó magistralmente para crear tensión, 1917 para simular una misión de videojuego y Beyond the Infinite Two Minutes para crear inmersión en su loca historia de viajes en el tiempo. Y ahora el director británico Thomas Hardiman, en su largometraje debut Medusa Deluxe, lo justifica de manera genial: con crimen y chisme.
Durante un competitivo concurso de peluquería, Mosca, uno de los estilistas favoritos, es asesinado. Entre rencores y sospechas, un grupo de posibles culpables debe esperar recluido mientras los detectives investigan el caso. ¿Fue la competitiva y agresiva Cleve (Clare Perkins)? ¿Fue el celoso Ángel (Luke Pasqualino), pareja de la víctima? ¿Tal vez Rene (Darrell D’Silva), el jefe y posible amante de Mosca? ¿Qué tal Kendra (Harriet Webb), otra competidora que intentó arreglar el concurso? ¿Pudo haber sido alguna de las modelos o el misterioso guardia de seguridad?
Con ayuda de la gran edición de Fouad Gaber que oculta las costuras de cada secuencia, la fotografía de Robbie Ryan (C’mon C’mon) nos lleva por pasillos, camerinos y estacionamientos para crear una especie de laberinto en donde en cada esquina aprendemos un nuevo chisme sobre el pasado, rivalidades o personalidad de los principales sospechosos. Visualmente exquisito, el trabajo de Ryan justifica el “único plano secuencia” y le otorga a la película un sentimiento de urgencia, imprevisibilidad y curiosidad, pues siempre hay algo ocurriendo. Entre los constantes cambios del personaje al que seguimos, las secuencias se convierten en pequeñas piezas que alimentan tu hambre por tener el rompecabezas completo. La cámara es como una víbora y como audiencia gozas viborear a través de ella. Puntos extras para Hardiman, Ryan y el elenco por lograr tan convincente plano secuencia con todo y un bebé en la mezcla.
Esta es una tremenda carta de presentación de Hardiman, quien demuestra personalidad y gran control sobre los elementos visuales para plasmar una estética glamorosa, idónea para mantener tu atención aun cuando el guion flaquea. El ejemplo perfecto es el tercer acto, pues a lo largo del filme ciertas revelaciones carecen de impacto y, entre tantas ocurrencias, los personajes carecen de un desarrollo completo, lo cual provoca que la resolución del caso no sea del todo satisfactoria. Sin embargo, nada de esto frena a Medusa Deluxe, pues Hardiman enmienda las falencias narrativas de sus últimos 10 minutos con asombrosas escenas, dos de ellas musicales, en donde todo el estilo y ostentosidad del concepto (concurso de peluquería) sale a la superficie para darnos un cierre memorable.
Es refrescante ver un whodunit que desafía estructuras con tanta personalidad. Medusa Deluxe tarda en convencer pero eventualmente lo hace porque Hardiman hábilmente utiliza sus herramientas audiovisuales para llevarte de la mano por un mundo competitivo, fascinante y a veces absurdo en donde el chisme es tan irresistible como los rimbombantes peinados de sus personajes.
“Medusa Deluxe” ya se encuentra disponible en cines mexicanos y llegará a MUBI el 4 de agosto.
Imagen de portada cortesía de MUBI.