Cuando ves reportajes de guerra en las noticias, ¿alguna vez te has puesto a pensar en aquellas personas arriesgando su bienestar para llevar las imágenes hasta tu pantalla? El documental “No Ordinary Life” de Heather O’Neill nos ofrece la oportunidad de hacerlo a través de un enfoque a la carrera de cinco valientes camarografas y pioneras.

El filme es conducido por el amor al periodismo de Mary Rogers, Cynde Strand, Jane Evans, Maria Fleet y Margaret Moth, nuestras protagonistas y guías por las primeras líneas de algunos de los sucesos sociales y bélicos más importantes de los últimos treinta años.

Las entrevistas a las cinco figuras son acompañadas por pietaje que ellas mismas grabaron durante sus coberturas de sucesos como la Primavera Árabe, guerras en Irak y Bosnia, la hambruna en Somalia y la elección de Nelson Manela en Sudáfrica. Este último es el único acontecimiento positivo que encontrarás en el documental, pues la estructura se centra en ilustrar la valentía desplegada por las mujeres y las secuelas psicológicas derivadas de tan difícil trabajo; el impactante y brutal pietaje de sangre, hambruna, cadáveres y genocidio es utilizado para intengar generar una comprensión de la pequeña fracción del trauma.

El documental parece siempre estar a las prisas. La edición salta de una figura (y una guerra) a otra ofreciendo poco respiro; esto deriva en pírricas explicaciones e ideas que se quedan flotando en el aire sin tiempo para ser estudiadas. Mucho se queda en superficialidad. La corta duración de 75 minutos no es suficiente para hacerle justicia a la increíble labor de estas mujeres.

Sin embargo, entre correteos encontramos suficiente pasión, honestidad e ideas interesantes para cumplir el objetivo de enaltecer el trabajo periodístico. Asimismo, el filme transmite exitosamente la sensación de hermandad entre las periodistas y las complejidades de destacarse en un trabajo históricamente controlado por hombres. 

“No Ordinary Life” deja en claro que se necesitan grandes niveles de valentía para dedicarse al periodismo. Es una celebración de todas aquellas personas que se juegan la vida para presentarle al mundo una realidad necesaria. Pone en perspectiva tus ideas sobre la profesión e indirectamente propone la pregunta: ¿Tú te atreverías a hacerlo? ¿Cuál sería el costo? ¿Cómo regresar a una normalidad tras ser testigo de sucesos inhumanos? Aunque O’Neill no provee respuestas elaboradas, por lo menos nos regala una introducción a las complejidades del tema.

“No Ordinary Life” tuvo su premiere mundial en línea en Tribeca 2021.