A mediados de los ochentas, en medio de la cruenta guerra civil libanesa, un diplomático surcoreano fue secuestrado en las calles de Beirut. Los detalles de los intentos por rescatarlo siguen siendo un secreto (los archivos gubernamentales aún son clasificados), pero eso no impidió al director Kim Seong-hun, y a sus guionistas Kim Jung-yeon y Yeo Mi-jung, de basarse en esa increíble historia para crear Ransomed, un thriller con vibras del Hollywood de la vieja escuela que te mantiene en estado de alerta debido sus altos niveles de tensión y excelentes actuaciones.
Veinte meses después del secuestro del embajador Oh Jae-seok (Im Hyeong-gook) en Líbano, Lee Min-joon (Ha Jung-woo), un diplomático frustrado por su posición en el Ministerio de Asuntos Exteriores, recibe una llamada en código morse que revitaliza la búsqueda por un hombre que creían estaba muerto. Sin embargo, con una elección y los Juegos Olímpicos en el horizonte, hay miedo en el gobierno de que la situación se salga de control y humille al país, por lo que los jefes de Min-joon deciden tomar las riendas del rescate, ocultar los hechos a la poco confiable KCIA (agencia de inteligencia nacional), y mandar al propio Min-joon a Líbano para negociar.
Pero en cuanto llega a su destino, el diplomático se topa con todo tipo de obstáculos que ponen su plan en grave peligro. Por fortuna, Min-joon rápidamente se topa con Kim Pan-su (Ju Ji-hoon), un astuto taxista y expatriado surcoreano (y un personaje totalmente ficticio) que se convierte en su compinche incómodo para navegar por las peligrosas calles de Líbano.
Comenzando con el hecho de que nuestro protagonista recibe la conveniente ayuda de un guapo y carismático guía que habla su propio idioma, Ransomed claramente toma elementos de películas de acción tradicionales: los rescates llegan en el momento justo, siempre hay una ruta de escape, existe un sidekick para balancear el tono y los personajes egoístas eventualmente toman la decisión moral correcta para convertirse en héroes. Sin embargo, aunque efectivamente hay numerosas exageraciones y lugares comunes en la trama, su ejecución es muy placentera gracias a la dirección de Kim Seong-hun (Kingdom) y a un Ha Jung-woo (The Handmaiden) magnético que mantiene a su personaje empático y con los pies en el suelo a pesar de la locura a su alrededor.
No importa que puedas predecir el arco completo de Kim Pan-su desde su primera escena porque Ju Ji-hoon (The Spy Gone North) es maravilloso en el rol y tiene mucha química con Ha Jung-woo. El director utiliza con precisión el carisma de Ji-hoon para obtener el balance tonal idóneo: a pesar de que es una especie de alivio cómico, nunca cae en la bufonería y tampoco le quita seriedad a las escenas más delicadas.
El punto más fuerte de Ransomed es su abundante tensión, misma que se manifiesta en escenas de acción absorbentes. Persecuciones en carro, tiroteos, escapes milagrosos y una última media hora que te mantiene al borde del asiento, destacando un enfrentamiento en un tejado, te hacen olvidar de los personajes secundarios mal desarrollados y los clichés del guion. La fotografía de Kim Tae-Sung se aprovecha de todo tipo de escenarios, desde un cuartito hasta un callejón, para aumentar los niveles de estrés de golpe cuando es necesario.
La acción se balancea con elementos narrativos más tranquilos pero igual de importantes que funcionan como una crítica a la burocracia e hipocresía política de ese período histórico. Lee Min-joon no solo debe sobrevivir el campo minado que es Líbano, sino también lidiar con las consecuencias de la burocracia en Corea del Sur en donde intereses políticos son vistos como prioridad por encima de la vida de un ser humano.
Seong-hun desarrolla esta crítica a veces de manera sutil, como con un póster de los Juegos Olímpicos en una oficina gubernamental, o con yuxtaposiciones más directas a través de escenas en donde toda la gloria y atención se van hacia las personas equivocadas. Por otro lado, una poderosa escena involucrando el llanto de uno de los involucrados nos recuerda el factor humano, la importancia de arriesgarlo todo por salvar una vida; la película se hubiera beneficiado de más escenas como esta.
Al final Ransomed hace un buen trabajo malabareando acción, thriller y un poco de comedia para entregar un producto sumamente entretenido que destaca a la voluntad del hombre por encima de las instituciones que no son más que espejismos cuando de moral se trata. Kim Seong-hun no reinventa la rueda, pero sí la cuida, la pule y la hace rodar con mucha pasión.
“Ransomed” tuvo su premiere quebequés en Fantasia Fest 2023 y ya está disponible en cines estadounidenses.
Foto de portada cortesía de Well Go USA Entertainment.