Basada en la exitosa novela de Fernanda Melchor, considerada imposible de adaptar debido a la complejidad de sus detalladas descripciones y al hilo de conciencia faulkneriana de su narración, llega Temporada de huracanes, película dirigida por Elisa Miller que nos lleva a un pueblo en Veracruz lleno de secretos, violencia y muerte.

En uno de los canales a las afueras de un pueblo en Veracruz, un grupo de niños encuentran el cadáver de La Bruja (Edgar Treviño). Este hecho marca a la comunidad y desata habladurías por parte de los vecinos hambrientos por saber la verdad, pero solamente unos pocos conocen los motivos reales detrás del crímen, los secretos del pueblo y la realidad de sus habitantes.

El guion, adaptado por la directora junto a Daniela Gómez (Anónima), utiliza de forma particular el efecto Rashomon (popularizado por Akira Kurosawa en su película homónima) para añadir capas de profundidad a la historia con el testimonio de cada personaje. Las guionistas comienzan con una imagen dolorosa y cada nuevo fragmento de la cinta nos da distintas piezas para contextualizar y entender la brutalidad de los hechos. De esa manera construyen un espejo donde reflejan la realidad de millones de personas.

Por otra parte, cada una de estas historias nos introduce a problemas complejos de la realidad mexicana: abandono familiar, abuso de menores, embarazo adolescente, prostitución, crímen organizado, machismo, violencia doméstica, represión sexual, homofobia; desgraciadamente la duración del metraje no permite que se exploren todas las temáticas de la misma manera, esto transmite una sensación de inconsistencia y puede llegar a generar dudas en los espectadores.

Los apartados técnicos de la película son sorprendentes: la fotografía, a cargo de María Secco (Brujería), ayuda a transmitir la decadencia y pobreza del pueblo (aunque en el fondo podemos ver las chimeneas de las refinerías de azúcar) a través de una cámara siempre en movimiento que constantemente recurre a tomas largas y sin cortes, no para exhibir la maestría detrás de la lente sino para privilegiar las interpretaciones del elenco. Sumado a esto tenemos el diseño de producción: cada detalle, desde las manchas de sangre en un colchón hasta las enredaderas en la casa de la bruja, está pensado al mínimo para transportarnos a la realidad de los personajes.

El elenco está conformado mayormente por rostros nuevos, esto funciona para brindarle autenticidad y naturalidad a la historia. Se destacan Kat Rigoni, quien interpreta a una adolescente embarazada huyendo de su pasado, y Ernesto Meléndez, en el papel de un joven que reprime constantemente su sexualidad por el miedo a ser juzgado por su comunidad. Ambos actores tienen algunas de las escenas más difíciles y brutales de toda la película, sin embargo construyen personajes complejos, atormentados por su contexto social.

Con Temporada de huracanes Elisa Miller nos invita a contemplar un microcosmos de la realidad de millones de mexicanos a través de su ingenioso guion. Sus imágenes no utilizan filtros románticos: son crudas y sórdidas gracias a los cuidados apartados técnicos, especialmente la fotografía y el diseño de producción, y a la naturalidad de las actuaciones por parte de todo el elenco. Al final, la cinta presenta a la familia, el machismo y la creencia en lo sobrenatural como nubes negras flotando sobre el territorio, esperando siempre el momento preciso para desatar la tormenta.

“Temporada de huracanes” ganó el premio a Mejor Guion de Largometraje de Ficción en el Festival Internacional de Cine de Morelia 2023, está disponible en cines selectos de México y llegará a Netflix el 1° de noviembre.