Cuando el director francés Armel Hostiou descubre en Facebook que alguien en Kinshasa está usando su identidad para hacer castings falsos, emprende una misión de tintes detectivescos para encontrar al culpable. Pero “The Other Profile”, o “Le vrai du faux” en francés, no es un documental tipo thriller convencional ya que esta historia tiene numerosos giros, extravagancias y ambigüedades que lo convierten en un producto fascinante que te hará cuestionar la veracidad de todo lo que estás viendo.

Ya en la República Democrática del Congo, Hostiou recibe la ayuda de un grupo de artistas pertenecientes a la cooperativa Ndaku ya La vie est belle y es a través de sus interacciones que la película adquiere nuevos matices. Una genial artista llamada Sarah Ndele, por ejemplo, cuestiona las motivaciones e inseguridades del director al tiempo que provee pensamientos en torno al legado del colonialismo en el Congo y en África. Dichas ideas se quedan hirviendo a fuego lento a lo largo del documental, proveyendo importante contexto para lo que estás a punto de ver.

Durante la búsqueda por su doble, Hostiou se topa con maldiciones, sabiduría local, estafas y pistas que no parecen llevar a ningún lado. Si bien este aspecto de thriller hace muy divertida esta investigación, pues tenemos a un despistado director buscando una aguja en un pajar, rápidamente se hace evidente que hay algo artificial alrededor de las ocurrencias que vemos en pantalla. Y es así que, poco a poco, “The Other Profile” comienza a revelar ciertos constructos de ficción que juegan con el concepto de la “falsedad” no solo para mantener alerta al espectador sino para generar un estudio de colonialismo.

El título original de la película, “Le vrai du faux” que se puede traducir como “La verdad de lo falso”, es clave para comprender las intenciones de Hostiou. Durante su “búsqueda” por la verdad, vemos al director actuar como un torpe turista blanco: es timado fácilmente, no sabe nada sobre la historia del Congo y sus intentos por dar con el doble rayan en lo patético. Esto se complementa con constantes reflexiones de colonialismo para aterrizar un comentario político sobre la manera en cómo la “verdad” que se vive en el Congo y en África, esa de un capitalismo que lleva a personas pobres a cometer robo de identidad, no es más que un constructo falso ideado por los colonialistas. 

Sin embargo, entre la falsedad y la realidad surgen cuestionamientos éticos que si bien proveen interesantes dimensiones al filme, definitivamente me dejaron incómodo. Por ejemplo, Hostiou eventualmente alienta una estafa (disfrazada de un casting) a mujeres intentando convertirse en actrices. ¿Solo estaba documentando cómo operan los criminales? ¿La estafa es real o todo forma parte de la ficción del filme? ¿Es todo esto parte de un constructo irreal utilizado como un metacomentario en torno al falso legado de progreso instaurado por los colonialistas? Algo similar ocurre con la privacidad de algunos sujetos (en primer lugar, ¿son sujetos o actores?) Al no saber qué es verdad y que es ficción, la película me dejó un extraño sabor de boca, así como la sensación de que Hostiou no es del todo responsable en cuanto al manejo de las cuestiones culturales del Congo. 

Eventualmente, la verdad que Hostiou, un hombre blanco, llegó a filmar a Congo es reemplazada por la verdad de un hombre africano, quien así nos regala los momentos más auténticos de un filme multifacético cuya gran virtud es que nunca provee respuestas fáciles, más bien te obliga a meditar y aprender cómo las ideologías colonialistas permean con fuerza en las sociedades colonizadas. 

“The Other Profile” tuvo su estreno mundial en CPH:DOX 2023 en donde formó parte de la competencia principal Dox:Award.