En este artículo vamos a analizar y reseñar tres largometrajes documentales muy distintos que se presentaron en el festival Hot Docs 2022: “Still Working 9 to 5”, un entretenido trabajo sobre el activismo a través de la comedia y el proceso de transformar un mensaje social en una exitosa película de comedia; “Burial”, un bellísimo y enigmático poema audiovisual sobre los residuos radiactivos y su efecto en la sociedad; y “Freedom from Everything”, un videoensayo construido a partir de material preexistente que usa la pandemia por COVID-19 como punto de partida para reflexionar sobre distintos aspectos de la humanidad.
Still Working 9 to 5
En 1980 se estrenó “9 to 5”, una comedia protagonizada por Jane Fonda, Lily Tomlin y Dolly Parton que trataba con mucho humor temas complicados como la desigualdad salarial entre hombres y mujeres, el acoso sexual en el trabajo y otras injusticias. Contrario a lo esperado por muchos, se volvió un éxito inmediato: además de ser el debut cinematográfico de Dolly Parton, le dio su primera nominación al Oscar en la categoría de Mejor Canción por el tema principal de la película, el cual fue en sí mismo otro éxito; se convirtió en la segunda película más taquillera de ese año y derivó en una serie y un musical.
En “Still Working 9 to 5”, de los directores Camille Hardman y Gary Lane, tanto los creadores como las estrellas de la película, acompañados de activistas y otras personalidades, cuentan el difícil proceso de llevar esta historia a la pantalla, la importancia que tuvo en la cultura estadounidense y cómo sus temas siguen tristemente presentes en el mundo.
Si bien es bastante convencional en su forma (cuenta con entrevistas, material de archivo y una que otra gráfica), este documental es elevado por el gran carisma de sus protagonistas: al trío de divertidas mujeres se suman Rita Moreno (quien participó en la serie de tele) y la fantástica Allison Janney (actriz en la versión musical). Aunque definitivamente es más atractivo para los fanáticos de la película o los amantes del cine, su aire ligero y enfoque distinto a una temática tan compleja lo hacen (al igual que la película sobre la que habla) un producto bastante entretenido y que cualquiera puede disfrutar.
Burial
¿Cómo transformas un tema como la explotación del uranio a través de los tiempos, en una película poética y llena de misterios? En “Burial”, la directora Emilija Škarnulytė nos lleva por un hipnotizante viaje a través de este proceso en países pertenecientes a la ex Unión Soviética y cómo los restos de este elemento radiactivo permanecerán entre nosotros probablemente mucho después de que todos hayamos muerto.
Con solo unos pocos textos que nos dan contexto de lo presentado en pantalla, la cámara nos lleva por largas tomas preciosas a través de lugares ya olvidados: desde una mina abandonada y ahora cubierta por el mar hasta una planta nuclear en desmantelación, las serpientes son nuestras únicas acompañantes por estos desiertos territorios radioactivos. De manera similar a la reciente nominada al Oscar “Ascension”, el documental no nos dice qué pensar, sino que nos invita a sacar nuestras propias conclusiones y a vivir la experiencia presentada.
“Burial” es una película que querrás ver una y otra vez en búsqueda de nuevos significados a sus imágenes crípticas, todo esto apoyado de un fuerte mensaje y reflexión sobre la explotación de materiales radiactivos y sus efectos en nosotros. Es un trabajo conciso y complejo de una gran sensibilidad visual, una pieza que vale la pena experimentar por uno mismo.
Freedom from Everything
El director Mike Hoolboom nos trae un provocador experimento formado por fragmentos de una infinidad de material: partes de un ensayo de Hito Steyerl (el cual le da el título a la película), clips de comerciales, películas, series, material de archivo de distintos formatos, animación, son algunos de los muchísimos recursos que el autor usa para reflexionar sobre temas igual de variados.
Pese a que este curioso collage inicia como una reflexión sobre la reciente pandemia y la experiencia del director al haber sido diagnosticado como VIH positivo, los paralelismos entre ambas crisis derivan poco a poco en meditaciones sobre el capitalismo, la prostitución, el racismo, el egoísmo, la solidaridad, el anonimato, entre otras.
Tal vez no sea fácil de ver para aquellos no acostumbrados al cine de Hoolboom ni a este tipo de ejercicios, pero si le das la oportunidad verás que vale mucho la pena. La conexión entre el discurso e imágenes de contextos completamente distintos da como resultado un trabajo en el cual el espectador tiene que estar muy atento y en un constante trabajo mental. Aunque en un inicio podría parecer una pieza completamente intelectual, el director deja ver en varias de las anécdotas y reflexiones una profunda empatía por la humanidad, una que conmueve tanto como hace pensar.