Con una gran pasión por el jazz y el cine, Damien Chazelle se ha consagrado a sus casi 40 años como un director con una carrera envidiable: además de dos cintas nominadas al Oscar a Mejor Película, fue galardonado con el de Mejor Director, el más joven en la historia de la categoría, con tan solo 32 años.

Desde el éxito de “Whiplash”, sus trabajos siempre han sido parte de la conversación durante la temporada de premios; con “La La Land” encantó a críticos, audiencias y a la Academia en partes iguales. Este año nos trae “Babylon”, su ambicioso y muy personal homenaje y crítica al exceso de Hollywood, la cual busca de nuevo la codiciada estatuilla. 

Con propósito de este estreno, es un buen momento para analizar su filmografía. En este ranking de películas de Damien Chazelle se incluyen únicamente las 5 películas del director, se dejan fuera la miniserie “The Eddy”, sus cortometrajes y las películas en las cuales ha sido solamente guionista.

5. “Guy and Madeline on a Park Bench” (2009)

La primera película de Damien Chazelle es también la última en esta lista. Hecha con tan solo 60 mil dólares, grabada en 16 milímetros a blanco y negro y sin actores profesionales, uno puede ver desde este interesante debut varios de los elementos presentes en otras películas del director: Guy, al igual que otros de sus protagonistas, es un músico de jazz obsesionado con su arte; hay muchos homenajes al cine clásico estadounidense y francés, incluso en el nombre, el cual es una referencia a Guy y Madeline de “Los paraguas de Cherburgo”; finalmente, esta banda sonora es la primera colaboración con su incondicional compositor, el genial Justin Hurwitz.

En cuanto al estilo, la película es una especie de musical mumblecore en el cual Guy termina con su novia Madeline en la banca de un parque al inicio. A partir de allí, la trama sigue la vida de los dos mientras avanzan por caminos separados: él comienza una nueva relación, mientras ella planea mudarse a Nueva York. En el intermedio hay números musicales sencillos, y fuera de eso no pasa mucho. Además de dirigir, Chazelle también escribe, fotografía y edita la película, plasmando muchos movimientos y técnicas que retoma en futuros proyectos, ya de la mano de otros colaboradores.

Pese a ser un debut nada desdeñable, es definitivamente la película menos memorable del director: las canciones se olvidan fácilmente, el ritmo puede resultar pesado a ratos, varias tramas no llegan a ningún lado y le falta la energía de sus trabajos futuros. Aún así vale la pena ver las primeras semillas de lo que conocemos hoy. Como dato curioso: el tema principal de esta película (titulado “Madeline”) suena en “La La Land” cuando Mia y Sebastian comienzan a salir oficialmente, y esta melodía está a la vez inspirada en el clásico “Las señoritas de Rochefort”.

4. “First Man” (2018)

Tras el éxito de “La La Land”, todos esperaban con ansias la siguiente película de Chazelle, y cuando se supo que se trataba de un recuento del viaje de Neil Armstrong a la Luna y que éste sería interpretado por Ryan Gosling, las expectativas eran altas. Lastimosamente, ni los premios ni las audiencias aparecieron esta vez, pues la película tuvo un resultado insatisfactorio en la taquilla y no alcanzó la alabanza de su predecesora. Esto es una lástima, porque “First Man” es una maravilla técnica en la cual el director toma un camino completamente distinto y nos entrega un emotivo drama.

Esta es la primera y única película de Chazelle que no es escrita por él, y se nota: tanto por la temática como por su protagonista. Sin embargo, esto nos permite ver con mayor claridad cómo, sin importar la historia, el director siempre nos muestra la lucha de un hombre entre sus obsesiones y su felicidad. La ausencia de jazz no evita que Hurwitz nos entregue otra gran banda sonora, y los efectos especiales (ganadores del Oscar) son dignos de admiración, Puede que “First Man” sea la película más atípica en la filmografía de este autor, pero no por ello es menos sobresaliente.

3. “Whiplash” (2014)

“Not my tempo”, esta icónica frase se quedaría grabada en la mente de todos tras haber visto “Whiplash”, el éxito en Sundance que catapultó la carrera de Chazelle. Además de darle el Oscar a Mejor Actor de Reparto a J. K. Simmons, esta dinámica producción se llevó también el de Edición y el de Mezcla de Sonido, además de nominaciones en Película y Guion Adaptado; y no es para menos, pues esta cinta se trata de un trabajo inolvidable, lleno de energía y cuyo electrizante final se queda en la mente del espectador por un largo rato.

Aunque su guion sigue una estructura clásica en el más estricto sentido de la palabra, lo hace de una forma intachable: cada escena tiene un cambio de carga dramática, el antagonista es amenazador, los obstáculos suben hasta tener la tensión al límite, cada golpe de efecto tiene su razón de ser. La historia de un joven baterista, interpretado por Miles Teller, y su abusivo maestro (Simmons) retrata la obsesión por alcanzar la trascendencia y la perfección a cualquier costo de forma tan impecable y entretenida que no podrás despegar tus ojos de la pantalla ni por un segundo.

2. “La La Land” (2016)

Si “Whiplash” encantó a las audiencias, la multipremiada “La La Land” las terminó por enamorar. Este musical es una carta de amor al cine y a los soñadores, con incontables referencias al séptimo arte: además de los ya mencionados “Los paraguas de Cherburgo” y “Las señoritas de Rochefort”, hay homenajes a “Funny Face”, “El globo rojo”, “Cantando bajo la lluvia”, “Sweet Charity”, musicales de Fred Astaire y Ginger Rogers, entre muchos otros.

Impecable en todos los sentidos, esta obra llena de vida y color recibió 14 nominaciones al Oscar, superando incluso la pésima tendencia de la Academia a no premiar películas contemporáneas en categorías como diseño de producción o vestuario. Con un romance inolvidable entre Ryan Gosling y Emma Stone, números musicales cargados de energía, un gran amor al cine y un final agridulce, este es clásico moderno que parecía ser el trabajo cumbre de Damien Chazelle, hasta que llegó la siguiente pieza en la lista.

1. “Babylon” (2021)

No es secreto que aquí en La Estatuilla nos gusta mucho “Babylon”, y hay varias razones para ello. Con una duración de más de tres horas, esta intoxicante historia sobre los excesos de Hollywood es probablemente el magnum opus del director: tiene todo lo que se ha visto en sus películas en una sola, combinado de manera orgánica en una poderosa pieza que muestra su evolución en el manejo del arte cinematográfico. Jazz, largos e hipnotizantes  movimientos de cámara, elaboradas puestas en escena, un ritmo frenético lleno de tensión, una trama sobre la lucha entre mantener los principios o caer ante la ilusión de la fama, amor al cine: Damien Chazelle pone todas sus cartas sobre la mesa con la seguridad de un maestro experimentado.

Con actuaciones excepcionales de Margot Robbie, Diego Calva, Brad Pitt y Jean Smart, esta es una obra de gran ambición que ha dividido muchas opiniones, pero en la cual Chazelle pone todo su corazón y crea sensaciones inolvidables a través de una gran variedad de elementos audiovisuales. Al igual que “Cloud Atlas” de las Wachowski no será la película favorita de todo el mundo, tampoco la más accesible, pero sí la que mejor refleja el estilo y discurso únicos de su creador.