Las películas sobre atracos siempre son interesantes sin importar si todo sale tal como se planeó o resulta en un verdadero desastre. “Baby Money” es de esas cintas del subgénero de robo que no aporta nada nuevo, pero sí logra mantener un suspenso constante, y sin duda puede enganchar a cualquier espectador.

Minny (Danay García) está embarazada y padece graves problemas financieros, por lo que junto a su pareja Gil (Michael Drayer), deciden robar una casa. Sin embargo, son acompañados por otros atracadores no tan amables, y dado esto, el plan se sale de control.

Los directores Mikhael Bassilli y Luc Walpoth, se toman su tiempo para mezclar momentos de acción no tan espectaculares, con escenas llenas de diálogos, que si bien aminoran el ritmo, y pueden generar cansancio, son reveladoras y sirven para adentrarnos en las motivaciones y los miedos de los personajes. 

Un punto a reconocer es el suspenso presente en la primera mitad de la película, puesto que logra el cometido de enganchar al espectador por las decisiones meramente emocionales de los personajes, las cuales dificultan los planes y provocan una gama de acciones impredecibles dadoras de combustible para el avance de la narrativa.

Sin embargo, ese suspenso que al principio engancha, pronto deja de apretar y para la segunda parte del filme, vemos una serie de acontecimientos que rayan en lo incongruente, debido a una convencionalidad dramática que sólo está ahí para darles una salida a los personajes. Pasamos de ver la infiltración de ladrones en la casa de unos ancianos, a ver a estos mismos ladrones, en otro espacio, convirtiendo en cómplices a convenientes personajes secundarios y no sólo eso, sino recitando diálogos motivadores y provocadores de cambio, porque claro, debe existir un final alentador y feliz.

La protagonista Minny no es la clásica femme fatale y no pretende serlo, de hecho es la más consciente de lo ocurrido, y lo más interesante es que con esos elementos continúa con una línea de genuina fortaleza. Su construcción se basa en ayudar en el atraco y en las consecuencias de éste, a través de la cordura, la sensatez y la inteligencia, contrario a sus compañeros, que al fin machos, se rigen bajo la irracionalidad. 

“Baby Money” es un filme que sin duda se disfruta en un domingo por la tarde. Su objetivo no es incomodar, mostrar discursos potentes ni sublevar al subgénero heist, sino sólo entretener a través de su narrativa convencional y sus efectismos dramáticos. 

“Baby Money” tuvo su estreno mundial en el Fantasia International Film Festival 2021.