El deporte es una maravillosa herramienta para soñar, hacer amistades y escapar del mundo que te rodea. En el pueblo de Cox’s Bazar en Bangladesh, el surf es eso y más para tres chicas — Shobe, Suma y Ayesha, quienes buscan romper tradiciones, proveer a sus familias y llegar muy lejos con ayuda de las olas. Su historia es contada por Elizabeth D. Costa en el documental “Bangla Surf Girls”.

Las jóvenes forman parte del único club que acepta mujeres en Cox’s Buzar: Bangladesh Surf Girls & Boys Club. Su entrenador Rashed es como un hermano mayor; alimenta sus sueños y las apoya cuando atraviesan por complicadas cuestiones personales. Y es que el entorno, la pobreza, la masculinidad tóxica y el escaso apoyo en casa representan grandes obstáculos en el progreso de las chicas.

Ya sea un tío con intenciones corruptas o un padre abusivo, las figuras masculinas familiares son una constante amenaza en la vida de estas mujeres. La pasión por el surf y el apoyo emocional y económico del club son los rayos de luz que generan esperanza para un mejor futuro. Sin embargo, cuando Rashed debe dejar el club para viajar a Estados Unidos, las chicas se topan con una dura realidad en donde las responsabilidades nublan sus posibilidades de éxito.

La fotografía de Costa es hermosa y dinámica; tenemos íntimas tomas en casa, paisajes playeros y momentos de adrenalina que nos transportan directamente a las olas. Y ahí encontramos el corazón del documental: la libertad del mar, un espacio en donde las tradiciones retrógradas se olvidan y las preocupaciones de casa desaparecen. 

“Bangla Surf Girls” es una historia de resistencia que ofrece visibilidad, genera empatía e inspira a buscar esa ola que haga la diferencia.

“Bangla Surf Girls” tuvo su premiere mundial en el Festival Hot Docs 2021 en donde forma parte de la sección Persister.