El abuso es un tema bastante delicado, por ello hay varias representaciones en pantalla que se diferencian entre sí, yendo desde lo implícito a lo explícito, pero si las escenas se ejecutan desde la empatía y no desde la explotación, la recepción de las mismas será contundente. Emmanuelle Nicot lo entiende y lo plasma constantemente en “El amor según Dalva”, su ópera prima que formó parte de la Semana de la Crítica del pasado Festival de Cannes y que cuenta con el protagonismo de Zelda Samson.

Dalva es una adolescente de 12 años que llega a un centro de atención a menores tras ser separada de su padre y su hogar. Ella no entiende la razón por la que él irá a juicio y tampoco la gravedad del asunto, no puede comprender el abuso psicológico y sexual que experimentó durante casi toda su infancia, pues ella fue educada para entenderlo como si fuera una muestra de amor. Nicot se inspiró para la realización de “Dalva” a partir del tiempo en el que trabajó en un centro como el que se presenta en la película: en una entrevista mencionó que conoció a niños que se quejaban por estar en estos lugares y defendían a sus padres a pesar del daño que sufrieron de estos. El filme retrata esta conducta a través de una Dalva enojada y fiel a su padre.

Al inicio, la protagonista porta vestidos de encaje y maquillaje como si fuera una adulta, y al avanzar la historia, es obligada a escoger ropa de su edad, pero ella no tiene gustos, ni siquiera un color favorito: la libertad es un nuevo concepto para su vida, pues a través de ella finalmente tendrá el poder de escoger todo lo que quiera. Tal vez aún no sepa sus gustos pero sus compañeros y los trabajadores del centro pueden ayudarle a conocerse mejor; la cinta recalca el apoyo emocional que se le da a Dalva, tanto en momentos donde necesita desahogo como en los buenos ratos, los cuales Nicot coloca estratégicamente a lo largo de la película para ayudar a reducir la pesadez del tema.

En un comienzo es difícil digerir la cinta, pero Nicot hace que “Dalva” se enfoque en el después del abuso, en el proceso de adaptación y aceptación propia, en comunicar que tales actos injustos no definirán a una persona. Es claro que un camino como este no es fácil; aquí observamos los patrones de comportamiento y los detalles dañinos que Dalva percibe como inofensivos, pero también se rescatan sus pequeños pasos hacia la independencia. Zelda Samson resalta como una testaruda adolescente en proceso de conocerse a sí misma y le otorga sensibilidad a un papel tan complejo como lo es ser una sobreviviente de abuso.

“Dalva” es un coming-of-age respetuoso que utiliza la sugestión del abuso y las consecuencias del mismo, y demuestra el reaprendizaje y el descubrimiento de identidad que se experimenta durante la adolescencia. Nos motiva a reconocer las segundas oportunidades después del trauma y la posibilidad de tener un espacio seguro con las personas correctas; esperemos que Nicot haga más historias tan llenas de cariño y esperanza que nos hagan repensar la empatía que le tendremos a cualquier persona en nuestra vida.

“El amor según Dalva” formó parte del Festival Internacional de Cine de Morelia 2022. Será distribuída en México por Tulip Pictures.