Un grupo de niños y niñas corren libremente por el pasto y pescan en un lago con ayuda de su hermano mayor. Felizmente duermen en un pequeño refugio rodeados por la naturaleza y acompañados de algunos animales domésticos. Son miembros de la familia Enache que por décadas ha vivido alejada de la civilización. Pero un día, su padre Gică recibe una advertencia: servicios sociales está detrás de su caso. En su tremendo documental “Acasa, My Home” el director Radu Ciorniciuc captura la radical transformación que está a punto de sacudir a esta familia.
El documental da inicio en el punto perfecto. Ciorniciuc te permite comprender la unión tan especial que existe en esta familia compuesta por madre, padre y nueve hijos. Se apoyan mutuamente para sobrevivir y sacar el máximo de su precaria situación. Parece que son felices. Pero cuando el gobierno rumano anuncia planes para transformar su ciénaga en una reserva natural, comienzan los problemas.
Las tomas de Ciorniciuc son tan poéticas como importantes dentro de la estructura del documental. Una de ellas nos muestra a la familia jugando fútbol para luego elevarse en el aire, extenderse más allá de su ciénaga y dejar ver la ciudad. En cuestión de segundos pasamos de la verde libertad a la grisácea opresión que parece acercarse a ellos.

El líder de la familia es un testarudo hombre que comenzó este modo de vida por su repudio a la civilización. Agresivamente intenta escudar a su familia y momentáneamente logra que el gobierno respete su modo de vida, pero las tensiones incrementan y a pesar de la ayuda de una ejemplar trabajadora social, todos son obligados a abandonar la naturaleza y mudarse a la ciudad.
Con la adaptación a la sociedad, las cosas comienzan a cambiar. Los pequeños están felices de aprender pero los padres tienen conflictos con vecinos y no saben cómo mantener una vivienda higiénica. Es aquí cuando el documental toma un particular interés en Vali, el joven de 17 años que parece haberse adaptado con mayor facilidad. Su caso destaca la creciente fractura de esta familia. La unión comienza a desaparecer.
“Acasa, My Home” es un filme valioso porque sin necesidad de entrevistas o explicaciones te permite formular y responder a tus propias preguntas. Hay argumentos positivos y negativos con respecto a los dos modos de vida. Gică es un padre egoísta que no parece estar interesado en la educación de sus hijos y trata a las mujeres como inferiores. Al recibir una educación, los y las jóvenes de la familia tienen la oportunidad de cambiar esto, desarrollarse, buscar una mejor vida e incluso tratar mejor a la naturaleza, pues a pesar de haber vivido en ella, los niños no muestran ningún tipo de amor o respeto por los animales o el entorno. Sin embargo, las autoridades tratan con intolerancia a los Enache; no existe una comprensión alrededor de lo que tan radical cambio significa en su existencia, resultando en más conflictos. A pesar de las oportunidades, la sociedad es opresiva hacia aquellos que buscan unirse a ella.
El método observacional funciona de maravilla para inducir a una reflexión sobre los dos modos de vida y sus efectos en el ser humano. A través de un ojo atento y empático, Ciorniciuc forja un documental fascinante e increíble sobre modernidad, gentrificación y libertad.
“Acasa, My Home” forma parte de la sección Winner’s Circle de DOC NYC 2020.