Vivimos en un mundo muy cínico en el que se castiga el ser optimista, se lo cataloga de ingenuo. Sin embargo, el optimismo y la esperanza son valores que nos han hecho avanzar y encontrar lo bello incluso en las situaciones más oscuras. Eso es lo que nos recuerda el director Ken Meyer en Angel Applicant, un trabajo de celebración a la vida en una situación aparentemente trágica.

Meyer padece de una enfermedad crónica autoinmune llamada esclerodermia, también conocida como esclerosis sistémica, la cual poco a poco endurece distintas partes de su cuerpo y puede llegar a afectar incluso los órganos internos, lo cual significa la muerte. Sin embargo, el director encuentra paz en las pinturas del artista suizo-alemán Paul Klee, el cual también tuvo la misma enfermedad.

La obra de Klee se convierte para Meyer en un mensaje del pasado, un espejo en el cual ve reflejados sus sentimientos y pesares en esta época, pero en el que también observa la capacidad de seguir luchando. El director intercala la evolución de la pintura de Klee con la de su propia enfermedad; esto no solo nos ayuda a darle una imagen a sentimientos imposibles de expresar con palabras, sino que le da un significado profundo a las pinturas de Klee. Cualquier espectador que no sepa nada del artista saldrá muy satisfecho pues se hace un análisis bastante completo del significado de sus obras, a la vez que se muestra su importancia para la visibilización de este padecimiento.

La película es un videodiario en el cual Meyer usa grabaciones de su familia, material de archivo para contar la historia de Klee, una entrevista clave y unas ingeniosas recreaciones para expresar su sentir, sobre todo una que involucra un maniquí. El ritmo ligero hace la historia muy llevadera y Meyer evita caer en el sentimentalismo o la manipulación. En su lugar, conmueve con su gran y honesto amor por la vida: por su hija, su esposa, el arte de Klee y sus sueños por cumplir.

La música de Peter Broderick y la edición de Meyer mantienen el aura de renacimiento y descubrimiento del viaje del realizador. Las escenas saltan entre pinturas y vida cotidiana de forma aleatoria, como si se tratase de un sueño, tal y como funciona la memoria: una serie de recuerdos conectados más por sentimientos que por cronología. Este balance entre lo etéreo y lo informativo es clave para mantener al espectador consciente sobre los efectos de la esclerodermia sin hacerlo sentir que está viendo un video didáctico.

En Angel Applicant dos historias separadas por décadas y contextos diferentes se unen a través de la pintura y el cine. Este retrato de dos artistas que usan su enfermedad como motivador para crear es un testimonio inesperadamente optimista sobre la capacidad humana de encontrar el lado bueno a las situaciones adversas. Meyers no se aleja de las partes dolorosas de su situación, pero las acepta, las abraza y sigue adelante.

“Angel Applicant” se presentó en Hot Docs 2023.