Todos los años vemos emerger a nuevas y talentosas cineastas del festival de Sundance. Este año, Prano Bailey-Bond está en la cima de esa lista porque su largometraje debut “Censor” es una brillante, audaz y perturbadora historia que sirve como tributo a las cintas de gore de antaño, pero siempre manteniendo una voz distintiva y fresca. Este logro es aún más impresionante considerando el tema a tratar.
Estamos en la Inglaterra de la década de los ochenta y Enid (Niamh Algar) trabaja como una censora de Video Nasties, videocintas de terror de bajo presupuesto muy criticadas por sus altas tasas de violencia. Enid pasa muchas horas viendo gore decidiendo qué material es demasiado ofensivo para llegar a manos del público. Es minuciosa, fría y no se deja apantallar fácilmente. Sin embargo, cuando se topa con una perturbadora película llamada “Don’t Go in the Church” del inusual director Frederick North (Adrian Schiller), su comportamiento cambia. La censora queda profundamente trastornada y algo tiene que ver con la misteriosa desaparición de su hermana hace décadas.
Enid camina por las calles con temor, como si algo la persiguiera. Su obsesión con el cine de North y la relación con su hermana, le comienza a carcomer el alma. Tampoco ayuda el tener a la prensa encima como consecuencia de haber aprobado una película que supuestamente inspiró el horripilante asesinato de una mujer.
Con ayuda de visuales hipnotizantes, Bailey-Bond nos hace testigos de la tormenta que existe en la mente de Enid, quien comienza a acercarse al mundo que tanto ha intentado censurar. Durante todo este proceso, la directora crea una crítica al escrutinio moral y hace un estupendo trabajo utilizando el contexto histórico de la Inglaterra de Thatcher como herramienta narrativa. Con la sociedad británica en armas y la presión de la prensa, Enid se convierte en una guardiana forzada a ver grotescos horrores que lentamente se entremezclan con su vida hasta culminar con un perturbador tercer acto que cuestiona la realidad.
Bailey-Bond nos deleita con una temática audiovisual rica y cuidadosamente construida que evoca a los Video Nasties ochenteros. Hay tomas absolutamente inquietantes y una fotografía que utiliza marcados contrastes para crear una pesadilla atmosférica. La relación de aspecto 4:3 y el grano al más puro estilo de cassette VHS le dan un exquisito toque de inmersión al filme.
Niamh Algar (“Calm with Horses”) es aplastante en su transformación de una calculadora y segura censora a una mujer consumida por la pena de una hermana perdida y el miedo de nunca encontrarla.
En “Censor”, Prano Bailey-Bond demuestra una sapiencia redonda y clara sobre el género. Su dirección es asombrosa y su control sobre elementos técnicos es para tomar nota. El resultado es una pieza de horror que, a pesar de tomar elementos prominentes de la era dorada del gore, se siente completamente fresca y como una crítica inteligente de la misoginia que tanto abundó en el género. Una cautivadora y brillante carta de presentación que podría convertirse en una favorita de los más exigentes amantes del cine de terror.
“Censor” formó parte de la sección Midnight de Sundance 2021 y ya se encuentra disponible en VOD en Estados Unidos.