“Sería muy fácil que el amor solo nos diera lo hermoso. Pero el amor exige que enfrentemos el miedo a la pérdida”. Kirsten Johnson recita esta reflexión en su documental “Descansa en paz, Dick Johnson” (Dick Johnson is Dead) porque a través del mismo está enfrentando la inevitable partida de su padre.
Curiosamente Dick Johnson muere muchas veces en “Descansa en paz, Dick Johnson”. Cae por las escaleras, sufre un sangriento accidente y lo aplasta un aire acondicionado mientras va caminando por la calle. Con ayuda de dobles, Kirsten crea estas interpretaciones; tal vez lo haga para controlar la muerte de su padre o tal vez, de manera subconsciente, prefiera estos métodos rápidos a lo que está por venir.
Dick Johnson es un adorable psiquiatra retirado de más de 80 años. Tiene un brillo en los ojos cuando habla de la vida, se lleva bien con todos y está emocionado porque su hija haga un documental sobre él sin importar que el tema sea su muerte. Su esposa falleció tras una lucha de siete años con el Alzheimer y ahora él está por atravesar por una experiencia similar. Tiene demencia y debe dejar atrás su vida en Seattle y mudarse a Nueva York para que su hija pueda cuidar de él.

Johnson captura el lento deterioro de la memoria de su padre. Y aunque es un proceso doloroso, la directora siempre encuentra luz en el camino a través de la entrañable personalidad de Dick y el desbordante amor que existe entre ellos. También utiliza comedia como un método de duelo adelantado y además de las ya mencionadas recreaciones de accidentes, crea fantasías coloridas para representar la llegada al cielo de su padre.
La muerte es lo que motivó al documental pero claramente, es el amor lo que le dio forma. Aquí vemos plasmado el amor entre Dick y su hija y el amor entre Dick y su esposa. Johnson nunca olvida a su madre y el difícil camino que enfrentó; es claro que también utilizó este trabajo como un duelo y un tributo a su memoria.
Pero esto no es solo sobre la muerte del individuo Dick Johnson, también es sobre nosotros. En algún punto de nuestras vidas, debemos enfrentar nuestra muerte y la de nuestros seres queridos. Johnson nos recuerda que podemos obtener alegría de ese dolor y nos alienta a disfrutar de la vida. Aunque los recuerdos se desvanezcan, el amor es inmortal.
“Descansa en paz, Dick Johnson” es una creativa y amorosa terapia cinematográfica que confronta a la muerte y celebra las alegrías de la vida. Kirsten Johnson nos regala un excepcional ejemplo del poder del cine para transformar y conservar memorias.
“Descansa en paz, Dick Johnson” ya se encuentra disponible en Netflix.