Dirigida por el experimentado mexico-canadiense Nicolás Pereda, “Fauna” es una sátira absurda que es tan desesperante como graciosa y una de las películas más extrañas que vi en el Festival Internacional de Cine de Toronto 2020

Esta película es de dos historias. En la primera de ellas seguimos a Luisa (Luisa Pardo) y Paco (Francisco Barreiro), un par de novios actores que se dirigen a casa de sus padres en un pueblito de México. Después de deambular por la carretera un buen rato, los dos llegan a su objetivo y se encuentran a Gabino (Gabino Rodríguez), hermano de Luisa. De inmediato Pereda te hace saber el tono de la película con un intercambio sumamente incómodo entre Gabino y Paco. ¿Te has sentido forzado a sacarle conversación a alguien, solo para recibir respuestas monosilábicas? Así es esto. 

Ya en casa de los padres de Luisa, las interacciones familiares son secas y absurdas. A veces no sabía si la intención era generar cringe o hacerme reír. Lo curioso es que no está pasando gran cosa, pero a través de la desorientación, Pereda te mantiene fascinado.

Pronto somos testigos de una escena tan desesperante que haría sonrojar a los hermanos Safdie. El padre de Luisa parece estar muy interesado en Paco, quien actúa en una serie de Narcos, así que como buen suegro incómodo lo obliga a improvisar una escena. Ya sabes, el clásico “Tú que eres actor, a ver actúa”. Paco explica que su personaje no tiene diálogos, pero igual intenta echarse una escena. El papá no queda satisfecho y le exige hacerlo de nuevo, ahora inventando diálogos. Y las cosas continúan así un buen rato. Es frustrante, extraño y muy divertido. Si te has visto presionado a hacer algo por los familiares de un ser querido, te vas a sentir identificado con el cringe

La fascinación del padre de Luisa por la serie de narcos no es casualidad. Pronto nos enteremos de que desaparecieron al trabajador de una mina involucrado con trabajos de activismo. La manera en cómo los personajes hablan de este tema es en un tono casual. El narcotráfico ya ni es novedad: vive en la mente y el día a día de este pueblo.

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A la mitad de “Fauna”, Gabino le platica a Luisa sobre un libro que está leyendo y súbitamente, Pereda nos mete a la historia de dicho libro en donde conocemos a otros personajes interpretados por los mismos actores. En esta extraña historia, un investigador novato (Gabino Rodríguez) está buscando a alguien en un hotel y al hacerlo, accidentalmente se mete en el cuarto de una mujer llamada Flora (Luisa Pardo), quien después de conversaciones irrelevantes (pero en tono con la película), lo convence de ayudarla a rescatar a su hermana Fauna (ahí está el chiste) de las garras de un novio abusivo. 

Esta segunda historia tiene pequeños elementos relacionados a la vida de la familia que conocemos en la primera mitad del filme. Es una metanarrativa construida con astucia y humor por un Pereda interesado en examinar la presencia de la violencia en el subconsciente del mexicano.

La pregunta aquí es, ¿a quién recomendaría “Fauna”? Por su naturaleza teatral, extraña narrativa y ambigua ejecución, no creo que un público casual vaya a disfrutar de esto. Sin embargo, su ligera duración de 70 minutos es una bendición que ayudará a atraer y convencer a los escépticos. De cualquier modo, hay que reconocer la labor de Nicolás Pereda, quien con “Fauna” nos regala una ingeniosa sátira que entre escenas incómodas y humor seco, es capaz de generar un interesante discurso sobre imaginación y violencia cotidiana en nuestro país.

“Fauna” forma parte de la selección oficial de TIFF 2020, NYFF 2020 y FICM 2020.