Tras su estreno en el Festival de Roma, el documental “Francesco” acaparó titulares por la noticia de que, durante el mismo, el papa Francisco públicamente ofrece apoyo a favor de la unión civil para homosexuales. Esa es la “novedad” del filme, pero también hay más acciones buenas del papa que el director ruso Evgeny Afineevski intenta destacar aquí.
Aunque “Francesco” toca puntos sobre la vida pasada de Jorge Bergoglio, esto va más allá de lo biográfico. Más bien, el documental recorre brevemente las diversas crisis por las que está atravesando la humanidad para conocer el punto de vista del papa, así como las acciones que ha tomado para apoyar a víctimas o concientizar sobre el tema.
Si no has visto noticias en la última década, “Francesco” te pone al corriente con una clase de dos horas sobre tópicos como la crisis ecológica, los problemas migratorios, pobreza, guerras en Siria y República Centroafricana, el muro de Trump, el trato femenino, matrimonio gay y genocidios. El papa comparte sabiduría sobre todos estos problemas y refuerza sus palabras con acciones; lo vemos acogiendo a familias de refugiados sirios, visitando países en guerra o recibiendo a víctimas de masacres. No esperes una exploración profunda; Afineevski aborda todo con poca sutileza y con la intención exclusiva de encumbrar a su sujeto.
“Francesco” es una propaganda de dos horas dedicada a hablar positivamente del papa. Aquí no encontrarás críticas a su persona o expertos debatiendo sobre sus acciones al frente de la Iglesia. Si buscas un trabajo investigativo, aquí encontrarás todo lo contrario. Sin embargo, no importa qué tan manipulativas sean las intenciones del documental, Bergoglio exude amor y da la impresión de que honestamente está buscando el bien de la humanidad. Sus ideas son positivas y sus acciones son coherentes; condena el uso de muros, antepone la idea del ser humano antes de cualquier creencia, exhorta a cuidar el medio ambiente, es respetuoso con otras religiones e incluso empuja hacia una coexistencia pacífica entre ellas. Una muestra del último punto: el director del documental es judío y alegremente dedicó todos sus esfuerzos a destacar las virtudes del papa de la religión católica.

El tópico prominente es el del abuso sexual. Afineevski divide el tema a lo largo del documental para lentamente conocer la historia de Juan Carlos Cruz, una de muchas víctimas de abuso sexual y a quien Francisco públicamente deacreditó en 2018 durante una visita Chile. El director no taclea el tema en su totalidad, pero muestra los intentos del papa por corregir su error y sus acciones en contra de los abusadores. ¿Es suficiente para perdonar a la Iglesia? Definitivamente no, pero como muchas cosas en este filme, da la impresión de que su máximo dirigente va por el camino correcto en su manejo del asunto.
Audiencias religiosas encontrarán aquí un refuerzo de su fe, y dependiendo de sus posturas, tal vez logren cambiar de opinión alrededor de algunas cuestiones. Este es el punto más importante del documental: al hablar desde el corazón, Francisco podría generar pequeños cambios en sus seguidores.
Algunas decisiones técnicas son cuestionables. Los gráficos de presentación de invitados son torpes distractores y se utiliza en demasía la música para intentar generar emotividad. Pero el problema fuerte del filme es su pesada duración de dos horas; hay mucha información y la desarticulada edición no permite el adecuado flujo de la misma. Sin embargo, la humanidad de Bergoglio alienta a seguir viendo.
Tal vez “Francesco” sea irresponsable en solo mostrar un lado de la moneda, pero al menos intenta crear conciencia sobre problemas reales que muchas personas, religiosas o no, ignoran. E independientemente de creencias, su sencillo mensaje de brindar paz y amor a todos los seres humanos, es uno coherente y necesario.
“Francesco” forma parte de la selección oficial de DOC NYC 2020.
