Antes de hablar de “Navidad de golpe”, de la directora Janeen Damian, es importante aclarar que se trata de una película televisiva de Navidad, género que se caracteriza por su acartonada realización, diálogos expositivos y muy poco sutiles, y tramas predecibles de inicio a fin. Este tipo de producciones cursis y genéricas cuentan con una audiencia fiel, dispuesta a dejarse llevar por las fantasías y artificialidad propuestas. En este contexto, la nueva apuesta de Netflix cumple con lo prometido, y nos da un tierno mensaje sobre la redención.
Sierra (Lindsay Lohan) es una malcriada heredera de un millonario magnate de hoteles. Un dia cuando sale a esquiar con su novio influencer, Tad (George Young), sufre un accidente y choca con un árbol. La encuentra Jake (Chord Overstreet), un amable viudo cuyo pequeño hostal se encuentra al borde de la quiebra. Sierra no recuerda quién es ni nada de su vida pasada, así que Jake la recibe en lo que ella recupera su memorial. En este periodo, ella aprende a apreciar las cosas importantes de la vida.
Este tipo de producciones son parte de un mercado en el cual Netflix cada vez incursiona más, compitiendo así con el rey en este tipo de contenidos: Hallmark Channel. Dicen que si algo no está roto, no lo arregles, y el gigante de streaming ha seguido esta regla al pie de la letra, manteniendo la misma fórmula, convenciones y recursos de su competidora. Las tomas están todas iluminadas y parecen grabadas a multicámara, los diálogos son falsos y literales, la edición no deja ninguna toma por más de unos cuantos segundos sin razón aparente, y los efectos de embellecimiento de los flashbacks son tan exagerados que rayan en lo vulgar.
De igual forma, la trama es perfectamente predecible: si al leer la sinopsis antes escrita crees tener una idea muy clara de qué va a pasar, ten por seguro que muy probablemente así sea. No hay un gran villano, la moraleja de la historia está dada desde el inicio, y los conflictos se solucionan literalmente por arte de magia, en varias ocasiones con ayuda del mismísimo Santa Claus.
Sin embargo, donde la película brilla es en la elección de su protagonista: Lindsay Lohan. Al igual que con Vanessa Hudgens en “The Princess Switch”, esta película navideña es una especie de regreso de Lohan tras una caída en desgracia debido a múltiples escándalos y acoso de la prensa a finales de la primera década de los 2000. Lohan cumple con el cometido sin necesariamente ser espectacular, pero hay una gran ternura en verla en un trabajo sobre la redención de un personaje que parece no tener salvación. Toda la película trata sobre nuevos inicios, y es bonito ver cómo es en sí misma un nuevo inicio para Lohan. Esto es tan claro que hasta cuenta con un cover de “Jingle Bell Rock” por parte de la actriz, canción con la cual bailó en su icónica escena en “Mean Girls”.
“Navidad de golpe” no convencerá a quienes aborrezcan las películas navideñas, e incluso como ejemplo de este tipo de largometrajes se queda un poco corta; pero ver a Lindsay Lohan divirtiéndose en pantalla y teniendo una nueva oportunidad de brillar será irresistible para algunos, sobre todo para aquellos dispuestos a creer en la magia de la Navidad en pleno noviembre.
“Navidad de golpe” ya está disponible en Netflix.