La representante oficial de Costa de Marfil en el Oscar de Mejor Película Internacional es “Night of the Kings” (o “La nuit des rois” en francés), una sombría e imaginativa historia desarrollada en una cárcel. El filme fue recientemente adquirido por la poderosa distribuidora NEON (recién ganadores del Oscar con “Parasite”), quienes seguro le darán un fuerte empuje durante temporada de premios, pero ¿deberían hacerlo?

“Night of the Kings” arranca con la llegada de un joven criminal (Koné Bakary) a MACA, la prisión más grande de Costa de Marfil. El lugar está sucio, abarrotado y tiene un aire de miseria. Los guardias tienen poco poder dentro de sus muros; el verdadero líder de este infierno es Blackbeard (Steve Tientcheu de “Les Misérables”), quien se encuentra muy enfermo y ya se prepara para su muerte. Para mantener su control, Blackbeard bautiza al nuevo prisionero como “Roman” y lo obliga a participar en “La Noche de Roman”. Esta tradición dicta que el Roman elegido debe contarle una historia a los reclusos a lo largo de una noche de luna roja. 

Al igual que nosotros, el recién llegado chamaco no sabe qué está pasando o por qué debe contar una historia pero pronto es advertido por un viejo con una gallina en el hombro (Denis Lavant) que si acaba su relato antes del amanecer, lo van a matar. Y así “Night of the Kings” se transforma en una versión mala de “Las mil y una noches”; con una historia, el protagonista debe cautivar a la prisión entera para poder sobrevivir.

Roman comienza hablando sobre un famoso líder criminal llamado Zama King, pero al ver que eso no será suficiente, prosigue a inventar sus orígenes, utilizando fantasía para narrar una batalla mágica. La mezcla entre contemporaneidad y mitología antigua es interesante, pero poco deslumbrante. Nada de esto es coherente pero los criminales parecen estar fascinados. 

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Tal vez mis expectativas estaban demasiado altas, pero yo estaba esperando que Roman se sacara un cuento fabuloso de la manga, algo que se sintiera verdaderamente cautivador para así mantener a la prisión atenta. Pero su historia parece la de un tío borracho en fiesta familiar. Y aquí está el problema. “Night of the Kings” es un filme sobre el poder de la narrativa, pero yo en ningún momento sentí que la narrativa de Roman fuera algo fuera de lo común. De hecho, el joven claramente no tiene idea de qué está diciendo y constantemente es auxiliado por el caos que existe dentro de la prisión.

Lo mejor que ofrece “Night of the Kings” es el folclor. Mientras Roman cuenta su historia, algunos prisioneros bailan o cantan para representar los acontecimientos; es un poética demostración de imaginación que llena de vida al débil relato del joven. 

¿Por qué exactamente Blackbeard elige al chamaco como Roman? El líder explica sus razones durante una escena clave, y minutos después se suicida, nulificando la existencia de dicha escena. Al director Philippe Lacôte se le escapa la liebre varias veces, pues muchos momentos como éste parecen llevar a algo más importante, pero terminan perdiendo todo su significado. Esto no es del todo malo, dado que la prisión es la representación del caos y la lucha por el poder que se lleva a cabo dentro de ella provoca que la trama sea impredecible. Sin embargo, lo mal desarrollado que están los personajes, y la innecesaria (y muy mal explicada) inclusión de trasfondos políticos terminan cobrándole factura al director. 

La decisión de NEON de comprar “Night of the Kings” es una muy valiente, pues la caótica estructura y excentricidad de la premisa seguro alienará a más de un espectador. Sin embargo, Lacôte está intentando plasmar algo muy lindo a través de esta película: el poder de las historias como forma de escape. Al fin de cuentas, todos estos reclusos están buscando distracción, algo que les haga olvidar la dura realidad en la que viven y el pasado que los llevó ahí. Lástima que en este caso, el débil intento de “Las mil y una noches” nunca es convincente.

“Night of the Kings” forma parte de TIFF 2020 y es la selección oficial de Costa de Marfil rumbo al Oscar.